Diálogo secreto en Argelia
Hachemi Sahnuni, el imam ciego miembro fundador del FIS, desvela los contactos con el Gobierno
"Vinieron y preguntaron, ¿quién puede representar al Frente Islámico de Salvación (FIS)?". Quien habla es Hachemi Sahnuni, de 39 años, más conocido como el imam ciego, uno de los miembros fundadores del FIS, quien ayer en su domicilio de Buzarea desveló a EL PAÍS y a otro medio europeo la pequeña historia de un encuentro con un emisario de la Comisión Nacional del Diálogo, también llamada el comité de los ocho. Este enlace tenía como misión buscar un portavoz de la formación integrista dispuesto a sentarse en la mesa de negociaciones para elaborar, junto con todas las fuerzas políticas, un pacto que ponga fin a la violencia y saque a Argelia de la crisis.Recuerda que fue el jueves 9 de octubre, horas antes de que el general mayor (capitán general) Mohamed Tuati apareciera por televisión junto con otros dos miembros de la Comisión Nacional del Diálogo y se comprometiera ante todo el país a llevar las negociaciones hasta sus últimas consecuencias, abrirlas al Frente Islámico de Salvación y alejar del escenario el espectro de un golpe de Estado. Ese mismo día, un emisario de la Comisión preguntaba a uno de los dirigentes históricos del FIS "quién de ellos podría representar" a la organización fundamentalista.
"Pocas horas más tarde y después de una serie de contactos precipitados, remitimos a los miembros de la Comisión la respuesta por escrito firmada por seis de nosotros. Indicamos que el portavoz del FIS en estas negociaciones debía ser designado en el seno de una reunión de los fundadores del Consejo Consultivo o Majlis Echura, compuesto por 35 miembros. Pedimos que en la reunión estuvieran todos, no sólo los miembros en libertad, sino también aquellos que se encuentran en prisión, lo que evidentemente afecta a Abassi Madani o Alí Behach".
Tumbado encima de un colchón, en el suelo, sobre un pedazo de moqueta azul eléctrico, el imam ciego habla con tono pausado. Sus ojos perdidos en el vacío parecen captar los silencios y los espacios. Retuerce las piernas y trata de esconder sus pies descalzos y oscuros con los ribetes de su gandura gris. Hace frío en el interior de la casa. Los libros, cuidadosamente repujados en piel, se alinean en las estanterías.
"Una decisión en este sentido tomada por el Consejo Consultivo sería acatada por todas las partes, incluidos aquellos sectores que han tomado las armas. Si lo hacemos así el propio Said Majufi estaría obligado a aceptar esta resolución", puntualiza Sahnuni. MajItifi es uno de los responsables de los grupos fundamentalistas armados y controla, junto con Abdelkader Chebuti, el Movimiento Islámico Armado (MIA).
Oportunidad histórica
Hachemi Sahnuni se niega a lanzar conjeturas políticas sobre este contacto con la Comisión del Diálogo. Pero se muestra optimista y repite con énfasis que se trata de una oportunidad histórica que hay que aprovechar. Reconoce sin embargo, que no es el primer dirigente del FIS contactado por el poder.
Recuerda haber sabido por la prensa que hace varias semanas emisarios de la comisión se pusieron en contacto en la cárcel de Argel con Abdelkader Hachani, miembro de la Comisión Ejecutiva y el máximo responsable de la organización tras el encarcelamiento de Abassi Madani y Alí Behach. Asegura no poseer información directa sobre esta reunión y desconocer su desenlace. Pero Hachemi Sahnuni quiere ser pragmático y se niega a divagar o aventurar falsas conjeturas.
"Quiero que todo sea de la máxima transparencia y explicar las cosas tal y como sucedieron. Si realmente ellos desean dialogar con el FIS, aceptarán que se reúna el Consejo Consultivo y nos permitirán decidir entre nosotros quién se sentará en la mesa de negociaciones. Si no lo aceptan es que no están convencidos del diálogo. En este caso no descarto que se vayan y llamen a otra puerta. Pueden incluso acabar conectando con el propio Majlufi", recalca el imam.
El fin de una disidencia
Es el momento de la unidad. Para Hachemi Sahnuni han acabado ya los tiempos de las divergencias en el seno del Frente Islámico de Salvación (FIS), como los que él mismo protagonizó el 26 de mayo de 1991 cuando se prestó a salir por la televisión para criticar a los líderes del partido fundamentalista por la manera en que habían convocado la huelga general que provocó la llamada revuelta de junio, que acabó con el estado de excepción y numerosas víctimas.Fue el principio de una disidencia, seguida por otros 16 dirigentes del FIS, que culminó con la congelación de sus cargos. La sanción fui acordada por la mayoría de sus compañeros en el congreso celebrado en Batna en julio de aquel mismo año. Alejado del aparato político del FIS, pero influyendo siempre en sus militantes y en el movimiento fundamentalista, Salmuni ha sido siempre fiel a su compromiso con el Islam. Jamás ha aceptado jugar para el poder. Ni siquiera ahora, cuando acaban de llamar a la puerta.
"Tenemos que estar unidos. Es lógico que se exija la presencia de Abasi o de Behach, son miembros fundadores del FIS y tienen que estar presentes en el diálogo. Nuestras divergencias están superadas. Ahora esperamos que la respuesta a nuestra petición sea rápida. Como lo ha sido la nuestra".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.