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La policía investiga entre grupos 'heavies' de Rivas el destrozo de 100 tumbas

La Guardia Civil y la Policía Municipal de Rivas-Vaciamadrid buscaban ayer entre grupos de aficionados a la música heavy metal a los autores del dantesco espectáculo con que amaneció el sábado el cementerio de esta localidad de 22.000 habitantes. A última hora de la tarde-noche, la investigación seguía atascada, según confirmó el concejal de servicios, Antonio García. Las pesquisas se centran en heavies, por las pintadas aparecidas en el camposanto destrozado.

El Ayuntamiento de Rivas costeará los graves destrozos, tasados provisionalmente entre 15 y 20 millones de pesetas, subrayó ayer García. "Vamos a ver si el seguro puede cubrir estos daños; si no, los costeará el Ayuntamiento".García está convencido de que se podrá atrapar pronto a los autores de la profanación "si éstos son de Rivas. De lo contrario, la dificultad es mucho mayor".

Por lo pronto, efectivos de la Guardia Civil y Policía Municipal estuvieron ayer hablando con jóvenes adscritos "a grupos heavies" de Rivas para buscar algún dato que conduzca a los culpables.

El único testimonio que existe por ahora es el del ciclista que pasó en la tarde-noche del viernes por la puerta del cementerio y dio la voz de alarma. Escuchó mucho ruido dentro y observó a dos jóvenes a la puerta del camposanto con no más de 15 años de edad.

La profanación del cementerio ha provocado una gran indignación en el municipio. Decenas de vecinos acudieron durante el fin de semana al recinto para ver el estado en que habían quedado las tumbas de sus familiares. El espectáculo era desolador: lápidas partidas, urnas de cenizas abiertas, flores y jarrones desparramados... Los asaltantes se ampararon en la oscuridad y la niebla para destrozar lápidas e incluso sacar las cenizas que se encontraban en tres hornacinas.

En un recodo del cementerio, en la pared del edificio de nichos, han aparecido tres pintadas: "Slayer" (asesino, en inglés), "Anticristo" y "Heavy metal", todas ellas escritas con barra de pintalabios.

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El concejal de servicios no encuentra una explicación racional a este acto de vandalismo. Y más que el destrozo económico provocado, le disgusta el "daño moral" que implica remover el lecho de vecinos ya fallecidos. Cree el edil que los autores han podido actuar así para emular un hecho parecido ocurrido hace pocas semanas en el cementerio de San Sebastián de los Reyes.

Hierro doblado

Los asaltantes conocían bien el recinto. Entraron en la casilla del conservador del cementerio y cogieron de allí un hierro grueso para golpear las tumbas. Luego lo depositaron en su sitio, pero doblado. Otro dato significativo es la rapidez con que desaparecieron los asaltantes después de que el ciclista viese a dos jóvenes.

Al pasar por allí no observó ningún coche ni bicicleta. Y desde que dio la alarma hasta la aparición de la Guardia Civil y la Policía Municipal sólo transcurrieron 10 minutos. Pero los agentes no encontraron a nadie, ni dentro ni en el descampado de alrededor. Rivas está a más de un kilómetro de distancia.

Algunas familias comenzaron ayer a arreglar las tumbas de sus seres queridos, retirando los cristales rotos y volviendo a colocar las flores esparcidas. Muchos perjudicados habían reparado las tumbas el pasado 2 de noviembre, día de los difuntos. Ayer se quejaban del poco tiempo que había durado el arreglo. Es el caso de Antonia. Sólo hacía unos días que había acudido a un juicio contra un adolescente acusado de dañar, el pasado verano, la tumba de sus familiares.

Eduardo López, médico de la localidad desde hace 25 años, también ha sufrido el azote de los vándalos. Su madre fue enterrada el pasado jueves, justo un día antes del asalto. Un día después, la tumba de su progenitora estaba totalmente destrozada. "Es una total falta de humanidad y de respeto al prójimo", afirmaba ayer con pesadumbre. López no cree que los autores sean de Rivas. "Todos tenemos algún familiar allí enterrado", justifica.

En el cementerio de la localidad existen 200 sepulturas, entre tumbas y nichos. Hay enterramientos anteriores a la guerra civil. La necrópolis alberga varias generaciones de vecinos, principalmente del casco antiguo.

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