Dirigentes de Opción de Rusia acusan a Yeltsin de no haberles apoyado

El principal estratega de Opción de Rusia y antiguo secretario de Estado, Guennadi Búrbulis, arremetió por primera vez abierta y públicamente contra el presidente Borís Yeltsin y lo acusó de haber cometido un "burdo error al haber adoptado una posición de árbitro social y político" en la campaña electoral en lugar de apostar de forma unívoca por esta fuerza política. Tras conocerse los datos que indicaban el avance arrollador de los nacionalistas radicales y de los comunistas, Búrbulis responsabilizó a Yeltsin "personalmente" por haber mostrado una "peligrosa e irritante miopía".

Búrbulis relacionó ambas actitudes con la pérdida de la capacidad para calibrar objetivamente la realidad y la "sobrevaloración de las posibilidades que surgieron en el país después del 4 de octubre". El político se refería a la resolución final y violenta del conflicto entre el presidente y el Parlamento ruso.El panorama que se configuró ayer es "un tema absolutamente nuevo en nuestra situación política", señaló el ex secretario de Estado, para quien los demócratas tendrán que tragarse su orgullo y llegar a acuerdos para hacer frente al mapa político. Las explosivas declaraciones de Búrbulis, un paisano de Yeltsin que había gozado de gran influencia sobre el presidente y que representa a un sector de Opción de Rusia, fueron difundidas ayer por la agencia Interfax.

En un ambiente de desmoralización y autocrítica, los dirigentes de Opción de Rusia se reunieron anoche para analizar los resultados provisionales de las elecciones, que fueron una absoluta sorpresa para ellos.

"Revancha legal"

Búrbulis exhortó ayer al presidente a no renunciar a un apoyo «claro y preciso" a Opción de Rusia, ahora que el país se encuentra en una "arriesgada situación" que da la posibilidad de "una revancha- legal de la tendencia comunista, profascista y nacionalista a través de las elecciones". En el Parlamento, según Búrbulis, no habrá suficiente mayoría de los diputados de orientación demócrata y reformista y en los votos predominará la fracción de Zhirinovski.

Durante la campaña electoral, Yeltsin se negó a identificarse plenamente con Opción de Rusia, tal como querían los dirigentes de este bloque y prefirió mantenerse por encima de las cuatro formaciones que constituían el núcleo de los reformistas. El apoyo dado a Zhirinovski significa, según Búrbulis, que la sociedad "está seriamente enferma" y que la transición del totalitarismo a la democracia es embrionaria.