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El presidente ruso acude a Bruselas para buscar el apoyo electoral de los Doce

Lluís Bassets

El presidente de la Federación Rusa, Borís Yeltsin, podrá obtener esta noche una buena foto de familia, posiblemente de utilidad electoral, con los jefes de Estado y de Gobierno de los Doce, en las horas previas a la celebración de la cumbre de Bruselas. Yeltsin se desplazó ayer a la capital comunitaria con el aparente objetivo de firmar un acuerdo de asociación entre su país y la Unión Europea (UE), pero nadie se llama a engaño sobre el carácter del viaje y la fragilidad del documento que está a punto de firmar.

La mayor novedad de la declaración que rubricarán este mediodía el presidente de la Comisión, Jacques Delors, y el presidente ruso es que reconoce que la Federación ya no es una "economía de Estado". El texto del acuerdo es, de hecho, una mera declaración política de intenciones que a nada compromete, pero sirve para que el presidente ruso regrese al Kremlin con algo bajo el brazo.La declaración expresa la firme intención de los Doce de establecer un diálogo político permanente, afirma que Rusia ya no es un país de economía de Estado, es decir comunista, sino una "economía de transición" y asegura que el objetivo de los firmantes es instaurar entre ellos tres de las cuatro libertades que caracterizan la UE y el EEE (Espacio Económico Europeo): las de bienes,. servicios y capitales. Pero nada se dice de la libertad de circulación de personas.

La UE hace explícita mención de su apoyo a Rusia para su ingreso en el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio). El acuerdo concluye con una afirmación de la voluntad de seguir negociando la Carta Europea de la Energía. Esta declaración sitúa como objetivo a largo plazo la creación de una vasta zona de libre comercio, y deberá convertirse más tarde en un acuerdo formal de asociación.

Las prisas electorales de Yeltsin han impedido la culminación de las negociaciones para la realización de este acuerdo de asociación, por lo que se ha habilitado una declaración con efectos políticos, pero sin el mismo efecto jurídico.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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