Dos muertos en un ataque palestino contra un autobús en Tel Aviv

Violencia, desorden y escepticismo. Los factores que aprisionan el proceso de paz en Oriente Próximo adquirieron ayer temeraria dimensión en el triángulo Israel-Palestina-Siria y reflejaron, una vez más, la futilidad de la diplomacia estadounidense. Mientras, el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, concluía sus conversaciones con líderes israelíes y se aprestaba a viajar a Siria, los enemigos del proceso de paz golpearon en el corazón mismo del Estado judío. El resultado: un palestino y un israelí muertos y un nuevo torrente de dudas con respecto al futuro.

La semana pasada fue Gaza. Hacia el fin de semana estalló en CisJordania. Ayer, la violencia penetró con furia y a balazos en el territorio mismo del Estado de Israel. En las afueras de Tel Aviv, un extremista palestino mató a un israelí antes de caer acribillado por varios soldados cuando intentaba secuestrar un autobús de civiles. Podía haber sido una matanza, destinada a torpedear el proyecto de paz entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasir Arafat a una semana de la fecha fijada para que comience la retirada gradual de las tropas israelíes de Gaza y Jericó.Lo que salvó a los pasajeros del autobús fue la rápida reacción del conductor cuando vio que el hombre que acababa de poner pie en el vehículo extraía un fusil automático. El chófer se abalanzó sobre el atacante, arrojándolo a la calle. Las balas de la corta ráfaga atravesaron a un pasajero y luego salieron por las ventanas. El chofer comenzó a gritar "¡Mátenlo, mátenlo!" De no haberse tropezado con un hecho fortuito, bien pudieron haber sido sus últimas palabras: en la misma parada donde se embarcó el atacante había un grupo de soldados israelíes que respondieron al instante.

En Gaza, la Yihad Islámica, uno de los grupos que han jurado destruir el proyecto de paz, se atribuyó la responsabilidad del atentado, el primero dentro de Israel en nueve meses. El episodio también dio munición a los israelíes que se oponen con violencia al mismo proyecto. Sobre el cadáver del atacante llovieron escupitajos al grito de "¡Muerte a los árabes!"El clima político en Israel, los territorios ocupados y en Túnez, sede de la OLP, dificimente podía ser más adverso para la ya de por sí complicada misión de Christopher. El parco funcionario norteamericano dio por concluida la primera etapa de su gira de ocho días por la región con un llamamiento "a todas las partes a evitar la violencia en este difícil período".El atentado de ayer dio, indirectamente, razón al argumento sirio: sin la participación de Damasco, la paz en la región seguirá siendo una quimera. El Gobierno del presidente Hafez Assad decidió suspender el diálogo con Israel en las negociaciones de Washington tras calificarlo de ejercicio inútil. En vísperas de la gira de Christopher, la prensa oficial siria ha reiterado su ardiente desdén hacia la propuesta del ministro de Exteriores israelí Simón Peres, que contiene el asomo de una eventual retirada parcial de los Altos del Golán, capturados en la guerra de 1967. "Lo que queremos en Siria es la retirada total de Israel de nuestros territorios ocupados como una básica precondición para lograr la paz en la zona", dijo un editorial del diario gubernamental Al-Baaz.Christopher, que sostuvo reuniones con el ministro sirio de Exteriores Faruk Shaara y, más tarde, con Assad, dijo: "No quisiera crear expectativas poco razonables", dijo, "pero espero que este viaje sirva para darle energía a las discusiones entre Israel y Siria".