Vuelve Filesa
Un centenar de actuaciones aguardan la decisión del juez Barbero
Detrás del policía privado que vigila la sala de plenillos del Tribunal Supremo se guarda la documentación que llevó al PSOE al potro de tortura. Tras haberse resistido a sacar papeles del número 70 de la calle Ferraz, el resultado es que hay millares de documentos comprometedores para dicho partido tras unas ventanas que se abren sobre la plaza de la Villa de París, en el barrio judicial de Madrid.El sumario Filesa sólo tiene cuatro implicados, Josep María Sala, Carlos Navarro, Luis Oliveró y Alberto Flores, como ac cionistas o directivos de Filesa, pero también los bancos Bilbao Vizcaya y Central y otras empresas que pagaron, así como dirigentes socialistas de alto rango se arriesgan a nuevas salpicaduras.
Con este panorama, se abren dos posibilidades: conducir el sumario hacia la apertura de juicio oral, basándose en lo ya investigado, o hacer que la madeja engorde a base de recoger hilos de otros muchos ovillos, desarrollando aspectos simplemente apuntados en el sumario ya elaborado.
Lo que va a ocurrir depende de la dialéctica establecida entre el juez instructor, Marino Barbero, y otros colegas de la Sala Segunda del Supremo, que han dado pruebas de su impaciencia ante la lentitud o imprecisión de las diligencias conducidas por el instructor.
Por lo pronto, Barbero tiene sobre su mesa, pendiente de decisión, casi un centenar de diligencias. Dentro de un par de semanas estarán cumplidas las formalidades para reanudar la causa -notificaciones del suplicatorio para actuar contra Josep María Sala- y Barbero se verá en la necesidad de decidir.
Tarea para rato
El caso Filesa dura ya en demasia, a juicio de los abogados que defienden a los implicados directos. Pero el letrado que ejerce la acusación en nombre del Partido Popular, Juan Ramón Montero, ve aún tarea para rato."Sólo se ha investigado a los contribuyentes y no a los que cobraron de Filesa (las empresas Hauser y Menet, Mabuse, Producciones Dobbs, Seinlosa, El Viso Publicidad), ni tampoco a los verdaderos organizadores de todo este sistema de ingeniería financiera destinado a financir ilegalmente al PSOE o a defraudar".
Las diligencias solicitadas se extiende a comprobaciones en otros países. La teoría del PP es que existe una red europea de financiación de los partidos socialistas, de la cual han formado parte, en España, personas como Alda Álvarez -empresaria del grupo de empresas 2020 y ex coordinadora de finanzas del PSOE-, Juan Carlos Mangana -receptor de comisiones por adjudicación de obras del AVE- y otros.
A los 29 meses de la apertura de diligencias judiciales por el caso Filesa, todavía queda mucha tela que cortar. Desde mediados de septiembre no se ha movido un papel de esta causa, formalmente a causa de la petición de suplicatorio al Senado para actuar contra Sala.
En realidad no se ha hecho nada decisivo desde marzo, cuando el demoledor informe de tres inspectores de Hacienda dejó claro que los bancos Bilbao Vizcaya y el Central-Hispano, así como diferentes empresas industriales, habían abonado casi 1.000 millones de pesetas a las entidades Filesa y Time Export por operaciones comerciales inexistentes.
Pero ese informe, que causó un enorme impacto en la opinión pública, técnicamente era sólo un peritaje: no suponía una acusación formal contra nadie. Su única consecuencia directa fue que los pagadores de Filesa regularizaron diversas inconveniencias fiscales por valor de 700 millones, cometidas por los pagadores de Filesa y Time Export, así como por estas últimas.
Nada se ha investigado tampoco, judicialmente, respecto a los pagos de la multinacional Siemens a Aida Álvarez, Juan Carlos Mangana y otras personas que tenían relación con el PSOE, a raíz de la concesión de obras para la línea ferroviaria de alta velocidad Sevilla-Madrid.
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