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Varios paises critican el plan de endeudamiento de Delors

El Libro Blanco sobre el Empleo elaborado por Jacques Delors, así como su plan de endeudamiento y financiación, recibió ayer duras críticas por parte de alguno de los ministros de Economía que se reunían en el Ecofin. Esos ministros advierten de la posibilidad de que aumenten los déficit públicos. Fuentes de la Comisión aseguran que las propuestas de Delors no desviarán ni un sólo céntimo las previsiones financieras de la UE, aprobadas hace un año en Edimburgo para el periodo 1993-1999 y no cargarán los déficit públicos de cada uno de los Doce.El presidente de la Comisión cuenta de momento con la oposición del Reino Unido, Holanda y Alemania, que ven con malos ojos el endeudamiento comunitario porque consideran que va contra las medidas de reducción de la deuda. España, por el momento, tiene una actitud receptiva. Pedro Solbes, con extrema prudencia comentó: "A España la idea no nos parece mal, aunque queremos conocer las cuantías adicionales que significa y cómo van a ser captadas en el mercado". Fuentes comunitarias reconocieron que la propuesta suscita recelos entre los directivos del BEI (Banco Europeo de Inversiones).

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El más significado de los opositores al plan, en cualquier caso, fue el representante británico, Kenneth Clarke, que habló tras la reunión del Ecofin y acusó a Delors de haber presentado con retraso deliberado el programa y pidió su retirada del orden del día al Consejo Europeo de los días 10 y 11 próximos. Clarke considera que no hay tiempo para analizar, que hoy recibirán los jefes de Estado y de Gobierno.

Otra crítica de Clarke, a la que se unieron la mayor parte de los ministros de Economía, es que se haya permitido la difusión de algunas ideas del Libro Blanco sin su conocimiento previo. El titular de Economía británico criticó también que con la propuesta de crear grandes redes europeas "la Comisión se acaba de sacar, como siempre, otro conejo de la chistera".

El comisario europeo de Finanzas, Henning Christophersen, y el presidente en ejercicio, el ministro belga Philippe Maystadt, rechazaron las acusaciones de Clarke y subrayaron que ese objetivo concreto aparece en el Tratado de Maastricht. "Como siempre, Clarke tiene su propia versión de las deliberaciones del Consejo", dijo Maystadt, mientras Christorphesen pidió a la prensa que informase a Clarke de que hay cambios.

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