Griñán gana el primer asalto a Serra y Solbes para no abaratar los despidos

La reforma laboral ha dividido al Gobierno en un asunto fundamental: las indemnizaciones por despido improcedente. El vicepresidente, Narcís Serra, y el ministro de Economía, Pedro Solbes, defienden que los despidos de trabajadores resulten más baratos a las empresas. Enfrente han tenido al titular de Trabajo, José Antonio Griñán, apoyado por el ministro de Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra. Griñán ha ganado la primera batalla, y el Consejo de Ministros dejó ayer la cuestión en los términos legales actuales: el despido improcedente conllevará una indemnización de 45 días por año trabajado. Las armas continúan en alto.

La discusión fue uno de los aspectos centrales del Consejo de Ministros de ayer, que dio luz verde a los proyectos legales para la reforma laboral. Serra y Solbes sostienen que, si no se abaratan los despidos, será difícil atraer inversiones. Griñán estima que el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores debe permanecer en sus actuales términos: que los despidos improcedentes sean indemnizados con 45 días de salarlo por año de servicio. El Ejecutivo anunció que se propone sacar adelante la reforma con los votos nacionalistas.El Banco de España bajó ayer 0,25 puntos el tipo de interés, que queda en el 9%. La medida se interpreta como un apoyo al proyecto de reforma laboral.

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