La videoteca municipal quiere convertirse en el primer centro de documentales de Madrid
Finaliza el ciclo dedicado al periodista Alfonso Arteseros
La videoteca de Madrid aspira a ser un gran centro de documentales, pese a que, por ahora, su principal oferta son los largometrajes de cine. Hoy acaba el ciclo dedicado a Alfonso Arteseros, ganador del Premio Andalucía de Periodismo de 1993, con la proyección de La puerta verde, un documental sobre los primeros años del rock en España. Asistirán el realizador, Ángel Álvarez -uno de los padres del rock, difusor de la música popular desde los años sesenta a través de programas de radio como Vuelo, 605 y Caravana-, e integrantes de Los Bravos y Los Pekenikes.
Tras La puerta verde, que dura 90 minutos, se exhibirá el documental Los Beatles en España, con imágenes de la única gira del grupo a Madrid y Barcelona el año 1965 y testimonios de quienes fueron anfitriones de los músicos en sus posteriores viajes privados a España. Ninguno de estos dos documentales ha sido exhibido públicamente.Los documentales de Arteseros ya exhibidos esta semana, como Hendaya, 50 años después, que relata a través de testimonios de supervivientes el encuentro entre Hitler y Franco, pasan a formar parte del fondo de la videoteca, que ya cuenta con 1.300 vídeos, entre largometrajes, documentales, vídeos musicales y cortos, pese a que se abrió en julio del año pasado.
"En Madrid no hay espacios públicos dedicados a los documentales. Los trabajos de Arteseros sólo han sido emitidos por Canal Sur y los madrileños no los conocen", señala Carlos Iriart, director de la videoteca. "Tenemos un archivo especial dedicado a la memoria de Madrid, con documentales como Madrid, puerto pesquero, sobre el comercio de pescado con la costa gallega en 1942, o anuncios de publicidad rodados en Madrid entre 1959 y l972", añade.
La programación de diciembre de la videoteca incluye la proyección de El decálogo, del polaco Krysztof Kieslowski, director de la película Azul, actualmente en la cartelera madrileña. A partir del lunes 13 y hasta el viernes 17 se exhibirán diariamente dos de los 10 mandamientos del particular decálogo del director polaco.
Los ciclos de documentales que la videoteca organiza desde noviembre, que incluye uno de realizadores de televisión cubanos y otro histórico sobre trenes, se prolongarán hasta finales de mes. "Nos hemos llevado algunas sorpresas, como que existen muchísimos madrileños aficionados a la estética del tren en Madrid. La sala estuvo siempre repleta. No sabía que existiera una asociación de amigos del ferrocarril", afirma Iriart.
La videoteca se pondrá nostálgica y dedicará un espacio diario a tres clásicos del cine mudo de humor: Charles Chaplin, Buster Keaton y Oliver y Hardy. La videoteca tiene una importante filmografía de cada uno de ellos. Para ver cualquiera de las piezas de su fondo hay que pagar 200 pesetas por hora de visionado., Con el carné, que cuesta 300 pesetas, la tarifa se reduce a la mitad. El alquiler de la sala de proyecciones cuesta 2.000 pesetas la hora. "Sólo existen otras dos videotecas. La de la Casa de América, que está dedicada a producciones de América Latina, y la de la Facultad de Ciencias de la Información, pero esta última no es pública", comenta Iriart.
El año quedará cerrado con la emisión de vídeos musicales sobre los pioneros del rock and roll, a las puertas ya de 1994, año en que se festejan los 40 años de la primera grabación de una canción rock. Del 27 al 30 de diciemnbre se exhibirán vídeos de Bill Halley, Little Richard y Elvis Presley, entre muchos otros. La entrada a todos los pases de los ciclos especiales es libre.
Los directores de cortometrajes han hallado en la videoteca un lugar ideal para estrenar sus producciones. "Este año hemos estrenado 20 cortos de realizadores madrileños. Es difícil para los jóvenes iniciarse en este camino, y nosotros les ofrecemos nuestra sala de proyección gratis. La pantalla es de vídeo y los cortos están hechos para su proyección en el cine, pero poco es mejor que nada", afirma Iriart.
Se buscan pianistas
La videoteca necesita pianistas que pongan música a las trastadas sin sonido de Chaplin, Keaton y El Gordo y El Flaco como en los viejos tiempos.. No habrá cortinas de felpa ni butacones de madera en la pequeña sala de proyecciones, pero sí un piano de cola. La videoteca, que tiene un presupuesto anual de siete millones de pesetas, no puede pagarles, pero citará el nombre en los programas. Se han apuntado tres personas, pero hacen falta otras tres. Amílcar Bufano, nostálgico pianista de ragtime, se vestirá de frac, tal como su abuelo, que fue director de una pequeña orquesta que animaba películas mudas en Santa Fe (Argentina). "Mi abuela era la pianista, y llevaba el pelo cardado a los lados, un peinado llamado chuletas", señala Bufano. Pablo Romero llevará un sintetizador para modernizar la velada y una joven intérprete de new age calmará los ánimos con su música de fin de siglo. Los interesados pueden llamar aI 5411198.
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