Sensibilidad mágica
También las técnicas de la luz, creadoras de mundos y formas, materia prima de nuestro oficio, como los sonidos para el músicolas palabras para el poeta, han sido, a lo largo de todas las culturas, apoyatura fundamental en la creación de ámbitos arquitectónicos con especial voluntad artística. Las diversas formas de luminancia ayudan a potenciar el juego de los volúmenes interiores: la sabia administración de los rayos solares en las penumbras, el resplandor de los cirios, el destello de la orfebrería y metales preciosos, los juegos cromáticos de las vidrieras, magistralmente unidos desde siempre a la estética religiosa. Efectos ensoñadores que incitan al sosiego o a la inquietud y dan una especial expresividad. La Sainte Chapelle, Chartres, cualquiera de nuestros más notables recintos arquitectónicos están dotados de esa especial sensibilidad "mágica".
En el último siglo, desde que puede iluminarse artificialmente y proyectar haces encendidos por medio de lentes y reflectores parabólicos, el aparato escenográfico ha cobrado dimensiones visuales que sus arquitectos no pudieron imaginar. Por otra parte, la actual capacidad de alterar las medidas reales a través de ópticas focales de alta precisión, o de fragmentarlas selectivamente, permiten apreciar efectos o zonas nunca percibidas y crear otros ritmos en la percepción al dinamizar su estatismo.
Es verdad que Caravaggio no necesitó del láser para iluminar eficacísimamente su deslumbrante Entierro; ni lo necesitó Rembrandt para intensificar los resplandores de La natividad. Pero el ojo contemporáneo se ha adiestrado en otras formas de mirar. Y resultaría ahistórico ignorar la aportación de recursos como la impresión luminosa de imágenes, nuestros tableaux vivants, el tubo de rayos catódicos, el láser o la holografía, con los que enriquecer y activar la visión, de acuerdo con la sensibilidad de nuestro tiempo. Sobre una catedral, por ejemplo, o sobre un retablo como el bellísimo de Nicolás Florentino, se enfatizan sus perspectivas. También con la luz como sustancia. Discúlpese la inevitable agresividad que pueda afectar a la armonía de este conjunto al aplicarle tales tecnologías y su diferente código de signos. A modo de contrapunto.Basilio Martín Patino es director de cine y ha participado en el montaje de Las edades del hombre.
Babelia
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