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Las asociaciones de la prensa aprueban un código deontológico de 20 principios

El periodista tiene el derecho a invocar la cláusula de conciencia

La Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) aprobó en el transcurso de la reunión mantenida durante el fin de semana en Sevilla un código deontológico de la profesión periodística compuesto por 20 principios. El presidente de la FAPE, Antonio Petit, reconoció ayer que éste no es "el mejor código de los posibles", aunque considera que recoge "todos los temas que es necesario que vean la luz en este momento" y que implica un primer paso en el reconocimiento de que los periodistas necesitan un código de conducta ética en el que basar su trabajo.

Una vez aprobado el texto del código deontológico, comienza el trabajo más difícil, advirtió Antonio Petit, ya que es necesario que a partir de este momento sus preceptos sean conocidos a fondo por los periodistas, asumidos, y que se comprueben los efectos que produce. "Lo importante es empezar a andar, porque eso obliga a seguir dando pasos", matizó el presidente de la FAPE.La aprobación del código deontológico -que contó con el voto a favor de 23 asociaciones, en contra de 4 y la abstención de una- estuvo precedida por un amplio debate en el que se puso de manifiesto la necesidad de consensuar un texto reducido y claro que resultase fácilmente comprensible por el conjunto de la sociedad. Finalmente se aceptó un texto compuesto por 20 puntos divididos en tres epígrafes: un primer bloque formado por principios generales, un segundo en el que se tratan los asuntos relacionados con el estatuto profesional y un tercero en el que se fijan los principios de actuación.

Punto esencial

Uno de los puntos destacados ayer por el presidente de la FAPE como esenciales entre los recogidos en este código, el segundo que se aprueba después del elaborado por el Colegio de Periodistas de Cataluña, fue el de la cláusula de conciencia. El periodista, según consta en el texto aprobado en Sevilla, tiene el derecho a invocar la cláusula de conciencia "cuando el medio del que dependa pretenda una actitud moral que lesione su dignidad profesional o modifique sustantivamente la línea editorial".Los periodistas se comprometen al aceptar este código a respetar la verdad, a prestar especial atención al tratamiento de asuntos que afecten a la infancia y a la juventud, y a asumir el principio de que toda persona es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Asimismo, se recoge que el compromiso con la búsqueda de la verdad llevará siempre al periodista a informar sólo sobre hechos de los cuales conozca su origen, "sin falsificar documentos ni omitir informaciones esenciales, así como a no publicar material informativo falso, engañoso o deformado".

El celo profesional, según se recoge en el texto aprobado, se debe extremar con el objetivo de respetar los derechos de los más débiles y discriminados. Por tanto, el periodista debe evitar "expresiones o testimonios vejatorios o lesivos para la condición personal de los individuos y su integridad física y moral".

Para garantizar la independencia en el desempeño de la profesión este código deontológico establece que el periodista deberá reclamar, "para sí y para quienes trabajen a sus ór denes", el derecho a unas dignas condiciones de trabajo, "tanto en lo que se refiere a retribución como a las circunstancias materiales y profesionales en las que debe desempeñar su tarea".

En el acto de clausura estuvo presente la delegada del Gobierno en Andalucía, Amparo Rubiales. El texto aprobado ayer en Sevilla se remitirá a los periodistas y se presentará a los editores. El código, subrayó Petit, pretende ser el catalizador "de una cultura ética" que debería ser asumida por todos los sectores implicados en el mundo de la comunicación.

Las asociaciones de la prensa reunidas en Sevilla modificaron también los estatutos mediante los que se rige la FAPE, rechazando las propuestas que pretendían alterar las condiciones de acceso a la federación con el objetivo de abrir la inscripción en el registro de periodistas a los profesionales que no son licenciados en Ciencias de la Información.

Antonio Petit advirtió que en términos absolutos esta profesión es la que padece el mayor índice de desempleo, tomando como referencia el número de licenciados en Ciencias de la Información que no puede acceder al mercado de trabajo.

Por último, la asamblea acordó la convocatoria, para primeros de enero de 1994, de elecciones a la presidencia de la FAPE.

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