El hambre y la España agrícola
Ahora se habla de Seat. Todos, sindicatos, partidos (nacionalistas y no nacionalistas), ha-Pasa a la página siguiente
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blan de Seat. Yo creo que tienen razón los trabajadores y que, otra vez, alguien ha vendido a muchos.
Pero antes fue el sector de fertilizantes del que, en un momento dado, un país (o un conjunto de países) puede depender para que sus habitantes no pasen hambre (mucho peor que no estar motorizado).
Creo que todas las tácticas de cualquier Gobierno del mundo deben conducir siempre a tener asegurado el alimento, aun en momentos difíciles, de sus gobernados. En España, miles de hombres y mujeres, de derechas, centro e izquierda, trabajamos millones de horas en el sector de fertilizantes. Lo vimos crecer, lo hicimos tecnológicamente capaz, nos partimos el pecho (algunos literalmente) por pistas, caminos y pueblos abandonados de todas las manos, para convencer a los agricultores de la necesidad de fertilizar los suelos para conseguir mejores cosechas. Y la agricultura se hizo fuerte. Al fin, por primera vez en la historia, se produjeron alimentos en España para autoabastecer a todos sus habitantes.
Un día llegó KIO y nuestro Gobierno (el que debía ser un poco el mío) vendió o regaló (caso Enfersa) y subvencionó (miles de millones de pesetas) a aquel grupo inversor extranjero y parece que insolvente en este país. Y nos vendió a nosotros al grupo kuwaití, a los trabajadores del sector. Después, ya se sabe, jubilaciones anticipadas, despidos y ese largo etcétera de lo que se puede hacer con los trabajadores aun en el siglo casi XXI. También vendieron el patrimonio de la empresa. Aquel que avalaba las jubilaciones anticipadas de sus propios pactos. Por supuesto, desmantelaron las fábricas.
A mí y a muchos más nos prejubilaron,- y nos niegan (o no nos dan) lo que firmaron. No sé si este país volverá a pasar hambrunas por la falta de un sector de fertilizantes fuerte, pero algún compañero lo estará pasando ya muy mal porque. FESA-Enfersa desde hace cuatro meses no cumple lo que pactó- Manuel Vázquez de la Cruz.
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