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Los obispos instan al Gobierno a proteger a las familias numerosas

No piden que se den premios de natalidad ni que se galardone a las familias numerosas ejemplares, como ocurría durante el franquismo. Reivindican "un ordenamiento jurídico y social" que favorezca el matrimonio y la familia y que las familias numerosas, "reciban la protección y ayuda necesaria". Así lo piden los obispos, que emitieron ayer, un día después de su reunión plenaria, una declaración sobre el Año Internacional de la Familia, que se celebra en 1994.

Los obispos, que el pasado lunes señalaban que el Estado no tiene competencias para despenalizar el aborto, reivindican ahora una política estatal de protección a la familia, a la que consideran la "Iglesia doméstica". El declive de esta institución suscita ordinariamente el deterioro de la vida social y de los valores comunitarios". Los prelados no pasan por alto la crítica a los medios de comunicación, "por el trato inadecuado y negativo" que dan de la familia.

El episcopado no arremete contra los programas infantiles, como hizo este mismo mes la subcomisión episcopal de Matrimonio y Familia, que montó un revuelo al considerar -en un informe al Vaticano- que estos programas alientan precozmente la sexualidad de los niños, que se ven incitados al "pellizco en el culo" por los generosos cuerpos y escasos vestidos que exhiben sus presentadoras.

Comparación con Europa

Este mismo informe denunció la escasa protección que recibe actualmente la familia en la legislación española, que no detalla la declaración del episcopado. Así, dice la subcomisión, en el impuesto sobre la renta existen deducciones fijas por hijo de 20.000 pesetas y la política de fomento de la natalidad "es prácticamente inexistente". Las prestaciones por hijo, señala, alcanzan "la testimonial" cifra de 400 pesetas al mes y "las familias numerosas (más de tres hijos) cuentan con una normativa antigua y desfasada que les proporciona algunos descuentos en servicios como el transporte". También señala que las leyes laborales no facilitan a la mujer trabajadora ejercer su condición de madre: la baja por maternidad es de 16 semanas y recibe el 75% del sueldo.Esta situación, según publicó la revista Familia Cristiana en febrero de 1992, es notoriamente diferente a la de otros países de la Comunidad Europea. Así, en Francia, la baja por maternidad es de 16 semanas -seis de ellas antes del parto- y la trabajadora percibe el 84% de su sueldo; en Alemania la baja abarca a 14 semanas -seis de ellas antes- y la madre cobra su sueldo íntegro.

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