Madrid no es Nueva York
Escribo esta carta para exponer mi profundo desacuerdo con las ideas expresadas por el periodista (?) William Lyon en su artículo Manhattan (EL PAÍS, miércoles 3 de noviembre de 1993).Soy un joven madrileño que, tras numerosas y prolongadas estancias en la ciudad de Nueva York, creo tener un cierto conocimiento de ambas ciudades, las cuales admiro por diferentes motivos que no vienen al caso.
Mi rechazo al artículo del señor Lyon es doble: en primer lugar, pienso que la base de su artículo (la comparación Madrid-Nueva York) es un tema demasiado manido. ¿A qué viene ese empeño constante en compararnos con Nueva York? ¿Provincianismo? ¿Complejo de inferioridad quizá? En segundo lugar, las comparaciones que establece derrochan simplismo (memorable la comparación Argüelles-Upper West Side, por no citar otras) cuando no una total falta de objetividad (por ejemplo, equiparación de la diversidad racial en ambas ciudades).
Utilizando su simplista argumentación, y dándole la vuelta a su pregunta, podrían cargarse la industria turística madrileña: ¿para qué viajar a Madrid si casi todo lo que hay allí lo tenemos en Manhattan? (Idéntica cuestión podrían plantearse los habitantes de París, Roma, Berlín, Lisboa ... ).
Un motivo por el cual debería visitar Nueva York: descubrir que las pintadas se eliminaron del metro hace unos cuantos años.-
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