Los socialistas, destacan el acuerdo presupuestario, y el PP, el "fracaso de la coalición Gobierno-CiU"

78 horas y 20 minutos de debate -33 horas y 55 minutos en comisión y 44 horas y 5 minutos en el pleno- han consumido en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado para 1994 y la ley financiera que los acompaña. El debate ha llevado a la UVI al diputado socialista Máximo Rodríguez y ha constituido para Carlos Solchaga, presidente del Grupo Socialista, un gran ejercicio de consenso. Desde la óptica de Rodrigo Rato, portavoz del Grupo Popular, la "coalición PSOE-CiU ha fracasado rotundamente" en su intento de dar confianza, ya que desde que hace dos meses llegó el proyecto a la Cámara no se ha hecho nada, "mientras la economía española se ha ido desplomando".

Cerca de 175 horas de trabajo parlamentario -si se suman a los debates las comparecencias de altos cargos en las distintas comisiones- no han servido para acercar posiciones entre PSOE y PP respecto de los Presupuestos Generales del Estado. Socialistas y nacionalistas catalanes mantuvieron su pacto previo, al que más tarde se sumó Coalición Canaria. El Congreso finalizó ayer el debate de las enmiendas del Presupuesto y lo remitió al Senado. La Cámara alta los debatirá durante las próximas semanas y los devolverá al Congreso que los aprobará, definitivamente, en torno al 28 de diciembre.En definitiva, al PP se le han admitido ocho enmiendas en comisión y cuatro en el pleno, de las 815 que presentaron. En las antípodas, CiU presentó 62 de las que, según Miquel Roca "se han aprobado cuarenta y tantas". "El resto las hemos retirado y se ha rechazado una" por la que se pedían 800 millones para dotar los consejos comarcales de Cataluña.

Quizá por ello Rato cargó ayer contra "la coalición" PSOE-CiU, a la que acusó de haberse constituido en un muro frente a los demás grupos políticos y de haber sacado adelante unos presupuestos que no sirven para superar la crisis económica y que tendrán en el Senado una pedrea que cifró en unos 20.000 millones de pesetas para quienes han apoyado al Gobierno, frente a los 5.000 millones que se destinan a actividades productivas.

El debate que concluyó ayer constituyó, en cualquier caso, la gran prueba para la nueva etapa de mayoría minoritaria. Ello estuvo a punto de causar un grave contratiempo al Gobierno cuando, por un solo voto de diferencia, el PP perdió una enmienda que habría supuesto una rebaja generalizada de la tarifa del impuesto sobre la renta. Los votos de Convergéncia i Unió junto con el colchón proporcionado a última hora por Coalición Canaria no fueron en este caso suficientes para cubrir las ausencias y los despistes de algunos diputados socialistas, incluidos miembros del Gobierno.

Ésta fue la primera votación y también el primer aviso de esta nueva fase sobre la que el portavoz socialista, Carlos Solchaga, afirmó: "Hemos aprendido todos mucho sobre la atmósfera que debe reinar a partir de ahora". Todos los grupos, añadió están "obligados a una mayor disciplina y a ser más flexibles". Aseguró que, a pesar de los acuerdos con dos grupos, nacionalistas, Ias modificaciones en el volumen de gasto han sido menores que en años anteriores". El portavoz de Convergéncia i Unió, Miquel Roca, coincidió en que este debate presupuestario "ha supuesto una inflexión" ya que por primera vez "se han introducido medidas para la reactivación económica".Roca no se dolió en prendas al afirmar: "Estos avances los hemos conseguido nosotros". No se trata, según afirmó, de la pedrea con que les ha premiado el Gobierno, tal como criticó el PP.La reforma laboralEl diputado del PNV Emilio Olabarría lamentó que su grupo "desgraciadamente, no haya podido participar del consenso". Denunció que la mayoría PSOE-CiU "no haya aceptado las enmiendas de mayor calado presentadas por el resto de la oposición". Por este motivo "no podemos participar ni de la filosofia, ni de los aspectos concretos del presupuesto".Tras el gran debate de presupuestos está en ciernes la reforma del mercado de trabajo que el Gobierno quiere llevar al Parlamento a partir del próximo mes de diciembre, sea cual sea el resultado del pacto social. Ésta será la próxima gran tarea de Carlos Solchaga, que ya anunció ayer su propósito de lograr nuevos acuerdos para sacar adelante una reforma de fuerte impacto social y económico. Roca manifestó este mismo deseo de "consenso", mientras que Olabarría señaló que algunas de las propuestas del, Gobierno hasta ahora conocidas les "desagradan profundamente".