España ayudará a Violeta Chamorro a imponerse sobre los sandinistas

Nicaragua busca ayuda para sacar a su Ejército y a su Policía de la órbita sandinista y someterlos a la autoridad civil, y España está dispuesta a echarle una mano. Este será el principal asunto a tratar por la presidenta nicaragüense, Violeta Barrios de Chamorro, que inicia hoy su primera visita de Estado a Madrid. Sus interlocutores españoles, empezando por el jefe del Gobierno, Felipe González, también la alentarán a continuar con la política de expulsión de etarras iniciada en mayo pasado, según fuentes diplomáticas.A lo largo de sus cuatro días de estancia en Madrid, Chamorro, de 64 años, que ocupa también la cartera de Defensa, cumplirá un programa apretado. Incluye, además del tradicional almuerzo de hoy con los Reyes en el palacio de la Zarzuela y de la cena de gala en el Palacio Real, entrevistas con González, visitas al Ayuntamiento y al Senado y un desayuno el miércoles en el diario EL PAÍS.

Junto con el ministro de la Presidencia, Antonio Lacayo, y el de Exteriores, Ernesto Leal, figura en la delegación presidencial el jefe de los servicios secretos, Jorge Narváez, hombre de confianza de Chamorro que tiene previsto reunirse con el director general del Cesid (servicio secreto militar español), teniente general Emilio Alonso Manglano. El Cesid firmó a principios de año un acuerdo para reorganizar otro servicio centroamericano, el de Honduras.

Con motivo del 14º aniversario del Ejército Popular Sandinista, el 2 de septiembre, Chamorro anunció su intención de sustituir en 1994 a los jefes militares sandinistas al frente de las Fuerzas Armadas, empezando por su Comandante en jefe, general Humberto Ortega. Para efectuar estos cambios sin infringir la legalidad, la presidenta someterá a la Asamblea Nacional una ley de reforma de la institución castrense en cuya elaboración participan asesores españoles.

Chamorro desea contar con la ayuda de Madrid porque posee experiencia y no suscita demasiados recelos. España ya contribuyó a reducir efectivos militares sandinistas.

Impedir la extradición

Chamorro cree que los sandinistas pondrán menos trabas a que sean militares españoles, y no norteamericanos, los que se inmiscuyan en su feudo. No es seguro, sin embargo, que tales proyectos prosperen porque falta financiación. Tercer receptor de ayuda española en Latinoamérica, después de Bolivia y la República Dominicana, Nicaragua se benefiia ya de un programa de cooperación a tres años de 10.000 millones de pesetas.

Por su parte, Madrid instará a Managua a proseguir la política de expulsión de etarras hacia España, iniciada hace casi seis meses con la entrega de tres presuntos terroristas, y a continuar revisando la concesión de la nacionalidad nicaragüense a, según las estimaciones, entre 96 y 120 españoles, en su mayoría simpatizantes de ETA.