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Los Doce ofrecen a Rusia un acuerdo especial de asociación

Lluís Bassets

La troika comunitaria, encabezada por el ministro de Exteriores de Bélgica, Willy Claes, como presidente en ejercicio del Consejo de la Unión Europea, viajará mañana a Moscú para ofrecer a Borís Yeltsin un acuerdo especial de asociación que prevé la futura creación de una zona de libre comercio entre la Comunidad Europea (CE) y la Federación Rusa. El mandato de negociación implica que en 1998 se estudiará la posibilidad de incorporar a Rusia al Espacio Económico Europeo.

Este acuerdo fue arrancado con muchas dificultades por la Comisión y la presidencia belga del Consejo de Ministros de Asuntos Generales.La idea de ofrecer el horizonte de una zona de libre comercio con Rusia, que se convertiría en un espacio económico de unos 700 millones de habitantes, fue elaborada por la Comisión Europea en marzo pasado, ante las dificultades con que tropezaba la presidencia rusa en el proceso de reformas democráticas, y se aceleró después de la rebelión del Parlamento y la convocatoria de elecciones el 12 de diciembre.

La rapidez con que se ha aprobado el mandato de negociación de la Comisión contrasta con el bloqueo que sufrió ayer un acuerdo de contenido similar con Marruecos, cuya iniciativa fue aprobada mucho antes, en la cumbre de Lisboa en junio de 1992. Dicho acuerdo no está hallando la comprensión suficiente en los países no mediterráneos y será discutido el 6 de diciembre.

El Consejo aprobó también la acción común para enviar observadores a las elecciones rusas del 12 de diciembre, como complemento al control establecido en el mandato de negociación del acuerdo de asociación. Dicho mandato incluye una claúsula de suspensión en caso de violaciones de los derechos humanos, reconoce las características de una economía de transición como será la rusa durante muchos años y excluye las materias nucleares.

Willy Claes expresó su esperanza de que la, firma del acuerdo podrá efectuarse antes de final de año y aseguró que se ofrecerá a Ucrania y a otras repúblicas la posibilidad de firmar un acuerdo similar. "Antes, deberán firmar el acuerdo de no proliferación de armas nucleares", añadió. Claes no escondió en ningún momento que el objetivo de los acuerdos es ejercer una enorme presión para la democratización y el desarme de los países que formaban la antigua Unión Soviética.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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