18 sementales de vacuno buscaron el premio a la raza en Colmenar

La estampa de 18 sementales de vacuno, raza charolesa y oso de limusina, y de 62 ejemplares de ovinos manchegos animó la Feria Nacional de Ganado Selecto, celebrada este fin de semana en Colmenar Viejo (27.000 habitantes). Sólo quedó desierta la subasta de dos toros de raza limusina. El toro charolés más caro, que salió con un precio de 600.000 pesetas, fue vendido por 708.000 pesetas.

Los ganaderos recelaban de las gangas y se animaban a sí mismos: "Hay que andar listos", decían, e intentaban aprovechar las oportunidades que brinda una de las dos subastas anuales que se organizan en la Comunidad de Madrid.No estaban allí presentes tantas ganaderías de exposición como en el mes de abril de este mismo año, cuando fue inaugurado oficialmente el Complejo Agropecuario de la Comunidad de Madrid en el municipio de Colmenar Viejo, de histórica tradición ganadera.

En la feria celebrada este fin de semana faltaban animales para llenar todas las cuadras de exposición, pero "estaban las mejores razas y los ejemplares con mayores atributos para ser campeones", según Diego Guerrero, director de la subasta de vacuno de raza charolesa.

Miguel Jiménez, responsable del Centro Agropecuario, se sentía satisfecho: "Cada día hay menos ganado en España, estoy orgulloso por la repercusión que en el sector, tendrá la jornada de hoy; ya sabíamos que no contaríamos con un lleno absoluto como en el mes de abril, porque entonces se trataba de una inauguración a bombo y platillo y hubo subvenciones por doquier".

Desde Villarcayo (Burgos) llegó a Colmenar Viejo el ganadero Mariano de Diego con sus siete ejemplares de toros sementales de raza charolesa. Momentos antes de comenzar la subasta, De Diego ya lucía una amplia sonrisa porque uno de sus animales, Gorrión, lucía la banda de campeón. "Estoy contento porque estos premios a la raza le hacen a uno sentirse bien para continuar en la tarea de mejorar día a día". Gorrión no salió a la subasta porque aún no ha cumplido los 14 meses y, por tanto, no es un semental. "Lo será pronto y muy bueno", según su criador, "porque es de la segunda camada de un ilustre francés de nombre Flic y una vaca española llamada Veterana".

Jueces del ganado

Durante los días 4 y 5 de este mes, los secretarios y veterinarios de las asociaciones de ganaderos hicieron de jueces como es costumbre y examinaron concienzudamente los más de 100 ejemplares tansportados a Colmenar Viejo. El viernes se hicieron públicas las calificaciones correspondientes a los sementales ovinos de raza manchega y a los de vacuno charolesa y limusina. A continuación se colocaron a los dos mejores ejemplares de charolesa sendas bandas con los colores de la bandera nacional cruzadas por el lomo de cada animal, como mandan los cánones del protocolo. Al terminar la subasta, la mayoría de los asistentes parecían contentos, pero aún más lo estaban vendedores y compradores de los campeones charoleses.

El criador José Magán pujó por el campeón, de nombre Fanfarrón, hasta el final, hasta las 708.000 pesetas. Este ganadero, de más de 60 años de edad, rebosaba alegría porque había vendido a buen precio dos subcampeones de su propiedad y un tercer semental de gran porte.

También Abilio Sanz, de Navares Delmedio (Segovia), estaba nervioso y contento. Después de pujar por el subcampeón, Gentelman, hasta las 494.000 pesetas y escuchar el "un, dos, adjudicado", se dio cuenta de que no había canjeado su tarjeta, expedida en la Delegación de Agricultura de Segovia, por la tarjeta de subasta, como debe hacerse antes de comenzar la sesión.

El director de la subasta, Alberto Gómez, lo consideró un despiste y Abilio se llevó a Gentelman mientras su contrincante, Valentín Reviriejo, que había pujado contra él hasta las 490.000 pesetas, voceaba que aquella adjudicación era ilegal y la subasta debía suspenderse a falta de un notario. Abilio Sanz respiró al final porque volvía a casa con dos sementales mientras el vendedor, Fernando Olivié, les hizo una foto para el recuerdo.