Los socialistas supeditan la reducción de la semana laboral a la decisión de sindicatos y empresarios

El PSOE somete a la discusión de sindicatos y empresarios la posibilidad de reducir la semana laboral y, consiguientemente, el salario "como solución temporal para evitar los recortes de plantillas en empresas o ramas en crisis". Así figura en la ponencia marco del próximo congreso socialista, en la que se precisa que se trata de una "reflexión para debatir" y no una propuesta del partido. Del borrador inicial se han modificado algunas apreciaciones duras. La sugerencia de establecer "precios" para cubrir algunas prestaciones sociales se limita ahora a "alguna forma de contribución".

Horas antes de que una delegación socialista se reuniera con otra del Partido Popular, Txiki Benegas, secretario de organización del PSOE y uno de los miembros de la delegación, descalificó la crítica rotunda efectuada por el presidente del PP, José María Aznar, a la "reflexión" socialista de reducir la semana laboral. "Como siempre, el PP está alejado de todo lo que se debate en Europa", dijo Benegas aludiendo a la viva polémica existente en Alemania y Francia sobre estas cuestiones. Aznar señaló que la propuesta era "estúpida", y añadió que lo que hay que hacer es "trabajar más".Los socialistas creen que el presidente del PP no ha entendido el meollo del debate: la respuesta a situaciones de crisis en las que no sólo no se puede trabajar más, sino que hay peligro de que muy pocos trabajen.

En el PSOE se asegura que nunca quisieron presentar este asunto como una propuesta, sino como un elemento de reflexión. Como quiera que no se ha interpretado así casi en ningún ámbito, los redactores de la ponencia marco han precisado mucho más la redacción de este apartado. Benegas compareció ayer junto a dos de los principales redactores, Ludolfo Paramío y Francisco Fernández Marugán, para explicar estos detalles.

En el texto inicial se decía: "Cualquier avance en el reparto de trabajo disponible tiene necesariamente que ir por la extensión del uso de la contratación a tiempo parcial o por la reducción de la semana laboral con reducción del salario".

Con el cambio queda así: "En una situación como la actual, en la que el trabajo se ha convertido en un bien especialmente escaso, es necesario abrir un debate sobre la posibilidad de repartirlo, como ya se discute en otros países europeos, mediante la extensión del uso de la contratación a tiempo parcial. Deben discutirse también las propuestas de reducción de la semana laboral con reducción del salario, posibilidad que ya se plantea como solución temporal para evitar los recortes de plantillas en empresas o ramas en crisis".

Promover el diálogo

Inmediatamente después se dice que "resulta imprescindible promover un diálogo entre los interlocutores sociales para discutir cómo organizar el trabajo y el tiempo de trabajo". El PSOE, por tanto, deja el asunto en manos de los agentes sociales y renuncia a apropiárselo como propuesta de partido a la espera de lo que ocurra en los próximos meses hasta que se celebre el congreso federal.

Los ponentes han querido limar toda arista sobre reducciones del Estado de bienestar al precisar una y otra vez que el PSOE lo defenderá y tan sólo eliminará las disfunciones tales como el fraude y la desmovilización que pueden producir situaciones de subvención.

La preocupación por no asustar se aprecia en la segunda redacción en tomo a las prestaciones sociales, ya que si antes se sugería establecer "alguna forma de precios sobre algunas modalidades de consumo en la prestación", ahora se propone "el establecimiento de alguna forma de contribución en ciertas modalidades de consumo de la prestación".

En la ponencia, el PSOE se considera "un partido de Gobierno", y en sus relaciones con éste da satisfacción tanto a las tesis del presidente del Ejecutivo, Felipe González, como a las del vicesecretario general del partido, Alfonso Guerra. El texto respeta la autonomía del presidente y también la necesidad de que la organización sepa qué hace el Gobierno.

Por lo que respecta a la participación de las mujeres, lo que fue recomendación en el anterior congreso se convertirá en obligado cumplimiento. "El PSOE adopta", dice la ponencia marco que se debatirá en marzo, "el sistema de cuotas de representación de mujeres en los órganos de dirección y de decisión, fijando esta cuota en cinco puntos por encima del porcentaje de afiliación de mujeres en el ámbito correspondiente, y con un mínimo del 25%".