Garcia Vargas acepta pactar con la oposición que haya menos generales

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, se mostró ayer dispuesto a pactar con la oposición una moderada reducción del número de generales, fijado en 275 por el proyecto de ley de Plantillas de las Fuerzas Armadas. En una reunión a puerta cerrada con los portavoces de todos los grupos parlamentarios, salvo Izquierda Unida, García Vargas ofreció un pacto sobre este tema, aunque hizo un llamamiento a la responsabilidad de las fuerzas políticas y pidió el mayor consenso posible.El generalato es el único colectivo militar cuya reducción no está prevista en el proyecto de ley que ayer inició su andadura en el Congreso, al rechazar el pleno la enmienda a la totalidad presentada por Izquierda Unida.

El Ministerio de Defensa considera que una drástica reducción del número de generales y almirantes afectaría negativamente a las expectativas de carrera de los actuales jefes y oficiales, aunque acepta disminuirlos ligeramente. El Partido Popular, entre otros grupos, ha pedido que la reducción de cuadros de mando afecte también a la cúspide las Fuerzas Armadas, aunque sin adelantar ninguna cifra.

La reunión del ministro con los portavoces parlamentarios se produjo tras el debate de la ley de Plantillas, en el que Izquierda Unida se quedó sola defendiendo su proyecto alternativo, que suponía la supresión del servicio militar en esta década. García Vargas se mostró muy satisfecho por el resultado de la votación (19 votos a favor de la enmienda y 269 en contra) y la puso como ejemplo de que "un gobierno minoritario puede sacar adelante grandes proyectos, a base de integrar a otros grupos".

Antonio Romero, de Izquierda Unida, abogó por un Ejército totalmente profesional de 90.000 efectivos, frente a los 180.000 previstos por la nueva ley, al 50% entre reclutas forzosos y profesionales, y criticó el cambio de actitud del PP, que en la pasada legislatura pidió la devolución del texto al Gobierno y ayer votó junto al PSOE. El portavoz popular, Santiago López Valdivielso, justificó este cambio por su propósito de ejercer la "crítica constructiva y el diálogo permanente" con el ministerio.

Salvador Carreras, de Convergéncia i Unió, recordó que su coalición está en contra de la mili forzosa, pero agregó que "en este momento, es más importante aproximarse al objetivo del 50% de profesionales que reivindicar un ejército totalmente profesional".

Por otra parte, la Mesa de la Comisión de Defensa del Congreso acudirá próximamente a la sede del servicio secreto Cesid, en la que constituirá la primera visita de una delegación parlamentaria a dicho centro, situado en las afueras de Madrid. De la delegación -integrada por diputados del PSOE, PP y CiU- no formará parte ningún representante de IU, el grupo que ha pedido la creación de una comisión especial en el Congreso para controlar al Cesid.