Los islamistas radicales dan un mes a los franceses para que abandonen Argelia

El Grupo Islámico Armado, (GIA) ha concedido un mes de plazo a los residentes franceses para que abandonen Argelia, según se desprende de un mensaje manuscrito que los integristas radicales entregaron a uno de los tres funcionarios de la Embajada liberados el pasado fin de semana en Argel. Ultimatos similares, con un plazo más corto, han sido remitidos también por los integristas a otras delegaciones diplomáticas occidentales basadas en Argelia, según desveló ayer la prensa de París.

Las amenazas de los dirigentes del GIA, una de las dos principales organizaciones de los integristas radicales argelinos, han sido acogidas con una relativa preocupación por parte de las representaciones diplomáticas, que recuerdan que en los dos últimos meses se han remitido varios ultimatos similares, dirigidos a los cerca de 40.000 residentes occidentales, de los que 25.000 detentan la nacionalidad francesa.Coincidiendo con estas amenazas, las fuerzas de seguridad argelinas han desarrollado en las últimas horas importantes operaciones de limpieza en los principales barrios del este de la capital, dominados y controlados por simpatizantes de los movimientos fundamentalistas. Estas operaciones alcanzaron también ayer al pueblo de Baraki, situado a unos 30 kilómetros al suroeste de Argel y considerado como la capital del movimiento armado GIA. Un total de 13 integristas musulmanes armados fueron muertos ayer en las ciudades de Argel, Blida, Mostaganem. y Yiyel y otros siete fueron detenidos, según informaron fuentes policiales.

El pueblo de Baraki es además un punto estratégico de la zona. Se encuentra al pie de la llanura de la Mitiya que rodea al Gran Argel, y es un paso obligado de los caminos que comunican las montañas de Blida con la capital. En esta población se levantan varios cuarteles del Ejército.

Escondite preferido

Baraki es el escondite preferido de los militantes del GIA y feudo de Abdelhak Layada, mecánico chapista, de 35 años de edad y uno de los líderes del movimiento hasta que fue detenido el pasado mes de junio en Marruecos y entregado, a Argelia. Actualmente: se encuentra encarcelado en la prisión de Barbarroja, en espera de ser juzgado.

El actual emir o jefe del grupo GIA es Murad Si Ahmed, conocido también con el apodo de Yaafar El Afgano, de 29 años de edad, natural del barrio de Kuba. Murad Si Ahmed fue nombrado responsable de la organización el pasado mes de octubre, tras la detención de Layada en Marruecos.

Esta conflictiva región es al mismo tiempo y desde hace vanas semanas escenario de duros enfrentamientos entre los dos principales grupos integristas armados, el Movimiento Islámico Armado o Haraka Islamiya Musallaha y el Grupo Islámico Armado o Yamaata Islamiya Musallaha.

La primera organización creció al amparo del aparato político del Frente Islámico de Salvación (FIS) y tenía como principal objetivo convertirse en el núcleo de la futura policía islámica. Por su parte, el GIA defiende posturas más radicales, acusa a los dirigentes del FIS de haber traicionado a sus bases y aglutina a sectores islamistas con otros surgidos de la delincuencia común.

Como consecuencia de estos enfrentamientos entre grupos rivales, han encontrado la muerte tres familiares de los máximos dirigentes del FIS, Afi Benhay y Abassi Madani, quienes cumplen condena en la prisión de Blida. Los cuerpos de estos tres familiares, degollados, fueron descubiertos en un jardín público, según relataba ayer el semanario local Hebdo Liberé.

En este escenario de crispación política acaban de finalizar los primeros contactos oficiales entre la Comisión del Diálogo Nacional y una treintena de organizaciones políticas, proceso que deberá desembocar en la celebración de una conferencia nacional en la que se pactará de manera unitaria una salida a la profunda crisis argelina.