Paloma Hurtado recibe asistencia de psicólogos del Ministerio del Interior
B. A., Dos psicólogos del Ministerio del Interior atienden ya a la actriz Paloma Hurtado, herida accidentalmente el jueves por un disparo de postas que partió de la escopeta de un policía encargado de custodiar la comisaría de Los Madrazo (Centro). La salud de la herida mejora, pero continúa conmocionada por lo ocurrido.
"Sólo con hablarle de ello se echa a llorar", asegura Víctor Casas, su marido. "A Chico" -el perro, un yorkshire enano que murió alcanzado por tres postas- "no se le puede ni mentar porque se acongoja más", añade Casas. "Los psicólogos la atienden para ver si consigue serenarse y es probable que empiecen a prestar también algún cuidado a sus hermanas, porque como siempre trabajan juntas también están afectadas", insiste.La actriz permanece ingresada en la clínica privada La Paloma. Las primeras curas de urgencia las recibió en el hospital Gregorio Marañón.
"Nos han dicho que evoluciona bien", asegura Casas "Al parecer, la posta se fragmentó en trocitos, pero los médicos dicen que no es necesario volverla a operar. Tiene una cicatriz como una horquilla y ella, como cualquier otra persona y, además, como profesional que vive de su imagen, no quiere que le queden marcas", concluye.
Paloma Hurtado, que alcanzó su mayor popularidad con sus hermanas en el programa Un, dos, tres..., resultó herida a las nueve de la noche del jueves. Ella y su marido salían con un perro de la casa de sus suegros, en el número 18 de la calle de Los Madrazo. De repente, tras caminar unos metros, vieron un resplandor y escucharon una detonación. La cómica cayó al suelo, con una herida en la mejilla de la que manaba sangre a borbotones.
Un proyectil, de plomo y con un tamaño no superior a un guisante, se introdujo por su pómulo derecho, recorrió la cara y se fue a alojar junto a la fosa nasal izquierda. La herida facial es importante por el desgarro de tejidos, pero no afectó ningún órgano vital. El marido de la herida denunció los hechos el viernes.
El disparo salió accidentalmente de la escopeta Franchi de un policía que custodiaba la puerta de la Brigada Provincial de Documentación de Madrid, en esa misma calle.
Este agente de la escala básica ha sido apartado del servicio y se le ha abierto un expediente interno.
