Detenidos siete jóvenes, acusados del 'crimen de los novios de Valdepeñas'

La Policía Judicial de la Guardia Civil ha detenido este fin de semana en la localidad toledana de Sonseca a siete jóvenes, de entre 17 y 25 años, presuntamente relacionados con el llamado "crimen de los novios de Valdepeñas". Ángel Ibáñez Pérez, de 24 años, y Sara Dotor Castellanos, de 20, fueron cosidos a puñaladas en la madrugada del 20 de junio pasado en las inmediaciones del parque municipal de la localidad alcarreña.El juez encargado del caso ha decretado el secreto sumarial y la incomunicación de los detenidos, que comenzaron a prestar declaración en la mañana de ayer. A última hora de la tarde, la operación policial se mantenía abierta y no se descartaba que se produjeran más detenciones. La noticia de las detenciones corrió como la pólvora entre los vecinos de Valdepeñas. Los detenidos son Javier B. M., Raúl S. H., Fernando P. R., Juan Pedro G. M, Sergio M. R., Félix M. R., y óscar G. R.

Los jóvenes asesinados eran novios desde hacía tres años. El sábado 20 de junio, Ángel fue a buscar a Sara y ambos anunciaron que regresarían antes de las doce de la noche. La pareja salió de casa de Sara a las 20.20 y fue vista por última vez en una heladería de la calle del Seis de Junio, la arteria principal de Valdepeñas, sobre las once de la noche. A las seis de la madrugada, la familia de Sara, angustiada por la tardanza, acudió a la comisaría y a la Guardia Civil. Allí les dijeron que no podían presentar una denuncia por la desaparición de Sara hasta pasadas 24 horas. Pese a todo, la noticia se extendió por el barrio y los amigos de los jóvenes decidieron organizar grupos de búsqueda. Recorrieron Valdepeñas y sus alrededores palmo a palmo. Todo fue en vano.

A las 17.40 del domingo, un grupo de amigos descubrió el cadáver de Ángel junto a la vía férrea que discurre cerca del parque municipal de Valdepeñas. El cadáver tenía el torso desnudo y varias puñaladas a la altura del corazón. A pocos metros estaba el cuerpo de Sara también semidesnudo y con signos de violencia. Al entierro de los jóvenes acudieron miles de personas.