La policía detiene diez años después al autor del 'crimen de los novios de Valdepeñas'

Hace más de 10 años, el 20 de junio de 1993, Ángel Ibáñez, de 24 años, y Sara Dotor, de 20, murieron apuñalados en el parque municipal de Valdepeñas. Hoy, la policía ha detenido al autor de lo que entonces se llamó el crimen de los novios de Valdepeñas.

El detenido, que ya tiene 31 años y que cuenta con antecedentes policiales, ha asegurado que móvil del crimen fue el robo, aunque en aquel momento se descartó esta posibilidad. Los investigadores han llegado hasta el presunto homicida a través del arma homicida, que fue arrojada al pozo de la noria de una huerta de Valdepeñas.

Según la policía, las víctimas reconocieron a su agresor, quien tras el homicidio se ausentó de Valdepeñas durante varios años. En la actualidad, Gustavo Romero había vuelto a la localidad manchega, donde tenía fijada su residencia.

El día en el que se produjeron los hechos, Ángel fue a buscar a Sara a su casa a las 20.20 de la noche y aseguró que regresarían antes de las 24.00. La pareja fue vista por última vez hacia las 23.00 en una heladería de la calle Seis de Junio. Fue la familia de Sara, a las 6.00 de la mañana, quien acudió a la comisaría y a la Guardia Civil preocupada por la tardanza de su hija, pero los agentes no hicieron nada al no poder presentarse una denuncia por desaparición hasta que pasan 24 horas.

De todos modos, los vecinos y amigos de los jóvenes se organizaron y se dedicaron a buscarlos por Valdepeñas. Al día siguiente, a las 17.40, un grupo de amigos encontró el cadáver de Ángel junto a la vía del tren cercana al parque municipal de la localidad. Tenía el torso desnudo y había recibido varias puñaladas cerca del corazón. El cuerpo de Sara, que se encontraba en similares circunstancias, estaba a pocos metros.

En octubre de 1993, meses después del crimen, la Policía Judicial de la Guardia Civil detuvo a siete jóvenes presuntamente relacionadas por el caso, pero fueron puestos en libertad por falta de pruebas.