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La huelga de Air France, por tercer día seguido, lleva el caos a los aeropuertos franceses

Los aeropuertos de París vivieron ayer, por tercer día consecutivo, una situación de guerra social desencadenada por la protesta de los trabajadores de Air France. La policía tuvo que desalojar a 3.000 manifestantes de las pistas del aeropuerto de Orly, sirviéndose de gases lacrimógenos y de una tanqueta provista de un cañón de agua. Tres de los manifestantes resultaron heridos de cierta consideración. El primer ministro, Édouard Balladur, afirmó ayer que "el conflicto debe cesar", porque, según subrayó, "está en juego la imagen de Francia".

El ministro de Transportes, Bernard Bosson, se declaró dispuesto a negociar "para repartir mejor el esfuerzo", al tiempo que recordaba que "el plan social es irrevocable". Dicho plan comporta 4.000 supresiones de puestos de trabajo en una plantilla de 32.000 personas. Air France cerró el último ejercicio con pérdidas que rondaban los 3.000 millones de francos y teme casi duplicarlas en 1993.Después de la huelga del sector público realizada hace dos semanas y que hizo desfilar por las calles de París a más de 25.000 personas, después de la manifestación masiva de trabajadores del metal convocada por la CFDT (sindicato profesional de inclinaciones vagamente socialistas), el conflicto de Air France es la tercera demostración importante del malestar social existente en un país con más de 3,2 millones de parados. La popularidad del primer ministro y el alto índice de aprobación que merece su política no ha podido evitar que, entre ayer y anteayer, unas 70.000 personas se encontrasen en paro técnico.

El paro intermitente de los aeropuertos de París-Orly Sur y Orly Ouest, Roissy 1, 2 y 3- así como los de Niza, Toulouse o Marsella, la ocupación de pistas o el cierre de los accesos por carretera llevaron a Lufthansa a suspender 40 vuelos, a Air France a renunciar a casi todos los interiores, muchos de los europeos o con destino Magreb, y a desplazar a Bruselas los dirigidos a Las Antillas o al Caribe.

Sabena exigió la presencia de un notario para que levanta se acta de la inmovilización de uno de sus aviones. Iberia también sufrió retrasos o anulaciones. Legalmente no es posible actuar contra Air France pero sí contra la sociedad Aeropuertos de París (ADP), responsable del mantenimiento de las pistas en condiciones.

Las pérdidas se cifran en millones de francos. Air France las cuantifica, en 70 millones de francos diarios (unos 1.700 millones de pesetas). Una compañía de transporte que realiza 400 servicios diarios confesaba "haber tenido que anular la mitad y perder con ello 500.000 francos al día". El transporte de mercancías perecederas -como frutas o legumbres- y que caducan -la prensa diaria, por ejemplo- ha tenido que recurrir al transporte por carreteras hasta los -aeropuertos de Bruselas o Ginebra: "Nos estamos planteando establecer delegaciones permanentes en los aeropuertos de estas ciudades para evitar la conflictividad de París", aseguran fuentes de esa compañía de transportes.

Los sindicatos, 15 organizaciones distintas en el seno de Air France, sostienen que la empresa pretende reducciones salariales del orden del 20%, mientras que la dirección las cifra en torno al 5%. Lo cierto es que los sindicatos hablan de sueldos de 7.000 francos (155.000 pesetas) y la dirección explica que sólo un 4% cobra menos de 10.000 francos mensuales y que la media es de 15.000. El tráfico volvió a una relativa normalidad a partir de las seis de la tarde, las pistas pudieron ser despejadas y los aviones pudieron circular.

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