El Vaticano permitirá que se investigue el tránsito de comisiones ilegales por su banco
El Istituto per le Opere di Religione (IOR), el llamado banco del Papa que ya resultó seriamente implicado en el escándalo del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi, "prestará toda su colaboración", según declaró ayer oficialmente el Vaticano, a los magistrados que tratan de investigar el tránsito a través del mismo de cerca de 100.000 millones de liras (unos 8.500 millones de pesetas) correspondientes a comisiones pagadas por el empresario Raúl Gardini tras la disolución del consorcio Enimont.Esta apertura vaticana a la justicia italiana representa un giro de 180 grados con respecto a la actitud adoptada por la Santa Sede durante la investigación de la quiebra del Ambrosiano, cuando, acogiéndose al fuero de extraterritorialidad del mini Estado, denegó la autorización para que procesaran al obispo Paul Marcinkus, responsable entonces del IOR, y rechazó las pesquisas dentro de sus muros.
En el caso actual, la investigación no apunta a una implicación directa del IOR, sino a una posible colaboración, que pudo ser inconsciente, para que llegaran a sus destinatarios los 150.000 millones de liras (unos 12.000 millones de pesetas) que Raúl Gardini pagó en 1991 a representantes de los cinco partidos que integraban el Gobierno. Se trata de la mayor comisión ilegal detectada y es conocida como "la tangente del siglo".
El ingeniero financiero de aquella maxi-comisión fue un profesional del ramo, socialista, llamado Sergio Cusani, quien encargó a un empresario inmobiliario la recogida de los fondos necesarios, según los investigadores. Éste, llamado Domenico Bonifaci, fue también interrogado. Bonifaci declaró que la comisión de Gardini fue pagada en bonos del Tesoro -al portador en Italia- cuya numeración precisa dio a los magistrados.
La Fiscalía de Milán pidió entonces al Banco de Italia información sobre la pista que habían seguido tales bonos, y la respuesta fue que títulos de las numeraciones indicadas por un valor próximo a 100.000 millones de liras habían transitado por el IOR. Con ese dato en la mano, los magistrados enviaron su comisión rogatoria al Vaticano.
En su comunicado de ayer, el Vaticano destacaba "la gran profesionalidad de los actuales dirigentes del IOR", que sufrió una profunda reforma después de que la Santa Sede llegara a un acuerdo voluntario con los bancos acreedores del Ambrosiano.
El IOR, que no es propiamente un banco, sino una fiduciaria de administración mobiliaria -el banco vaticano, con capacidad de emisión de moneda es la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, la Apsa-, está actulmente regido por un seglar, el catedrático Angelo Caloia, y un consejo rector del que forma parte el banquero español José Angel Sánchez Asiaín. Por el IOR transitan los fondos de las órdenes religiosas y todos los movimientos financieros vaticanos.
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