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LA LIDIA

Carmona, grave cornada

Por lo bronco y manso del encierro de Pablo la Bastida Aguirre, con el ruedo a media luz (cuarto, quinto toro) por un desperfecto en el alumbrado, se percibía la tragedia. Esta apareció al terminar el segundo tercio que cerraba plaza. Después de haber colocado magistralmente dos pares de banderillas de poder a poder, en todo lo alto, asomándose al balcón, el zacatecano Jorge Carmona intentó poner banderillas cortas de rodillas al quiebro suerte habitual en él.Pero al llegar el embroque el toro número 31, de nombre Agua miel, de 506 kilogramos se paró sin hacer caso del cambio que le había marcado el diestro y con el pitón derecho le tiró un derrote seco en la ingle prendiéndolo y lanzándolo al aire dos metros, como un pelele. En la arena quedó un charco de sangre que continuaba como un hilillo hasta la enfermería donde llegó con un shock traumático. Tiene dos cornadas, una en el triángulo de escarpa derecho, con dos trayectorias hacia arriba y hacia abajo de 20 centímetros cada una que le destrozaron la vena y arteria femoral. La segunda fue en el vientre sin penetración y, tiene la muñeca izquierda fracturada. Perdió aproximadamente dos litros de sangre y la cornada es de: pronóstico grave. [Ayer se encontraba fuera de peligro, según los médicos, aunque existen reservas sobre la gravedad de las lesiones, informa Efe.]

Espíritu Santo / Moro,

Querencia y Carmona Seis toros de Espíritu Santo presentables (excepto quinto y sexto, descastados y peligrosos. Umberto Moro: silencio, aviso y silencio, silencio. Juan Querencia (confirmación) aplausos, pitos. Jorge Carmona: salida al tercio. Plaza Monumental México, 14 de octubre (nocturna). Sexta de la temporada de jueves taurinos. Mala entrada.

Juan Querencia mostró enjundia en el de la confirmación. Pero por no darle la distancia, no pudo con el quinto que desarrolló genio. Ante un astado soso, Umberto Moro se vio con oficio. Con el cuarto su voluntad se estrelló ante un bicho manso y difícil. Despachó al último con desahogo.

Jorge Carmona enseñó valor y buenas maneras con el percal en un quite por tafalleras. Habilidad con los palitroques. Con la pañosa, sujetó al revoltoso y distraido tercer burel realizándole un trasteo con aplomo y buen gusto. Tiene formas de torero caro.

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