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Un nuevo libro de Stephen Hawking, polémico por su despotismo científico

La obra del catedrático de Cambridge desdeña todo lo que no sea física

Enric González

Es una representación casi perfecta de la voluntad humana: una mente brillante, abierta al universo, en un cuerpo quebrado por la enfermedad. Stephen Hawking, físico y matemático, saltó a la popularidad internacional hace cinco años con su obra Una breve historia del tiempo, un best-seller de inusual aridez teórica. Es rico, famoso y respetado. La semana próxima se publicará en Londres un nuevo libro de Hawking en el que, bajo el título Agujeros negros y universos infantiles, y otros ensayos, el catedrático de Cambridge se adentra en la filosofía de la ciencia y muestra su desdén por todas las disciplinas excepto la suya, la física.

Stephen Hawklng es el nuevo reclamo publicitario de British Telecom (BT), una de las mayores compañías de telecomunicaciones del mundo. Su figura, derrumbada sobre una silla de ruedas, y la voz sintetizada del ordenador con que tiene que expresarse, aparecen en miles de anuncios.Ha intervenido también, recientemente, en un episodio de Star Trek, la mítica serie de ciencia-ficción: Hawking es homenajeado por los tripulantes de la nave espacial USS Enterprise como la encarnación de la sabiduría. Su imagen pública es impecable.

Pero, frente a la imagen de la persona y el científico, su reputación como sabio empieza a resquebrajarse. Hasta ahora, algunos de sus colegas se habían limitado a quejarse, en voz muy baja, por la desmedida veneración que se le dispensaba. En el plano científico, se le ha comparado con lsaac Newton (que ocupó su misma cátedra en Cambridge) y con Albert Einstein; el primero descubrió las leyes de la gravitación, el segundo revolucionó los conceptos de espacio y tiempo con su ley de la relatividad.

Enfermedad degenerativa

A Hawking se le relaciona directamente con la teoría del big-bang (inicio del universo a partir de un punto infinitamente pequeño e infinitamente denso) y con los agujeros negros.Sin embargo, Hawking no ha sido, ni mucho menos, el único físico que ha trabajado esos conceptos. Su fama procede más de la divulgación que de la investigación, aunque su brillantez como científico esté fuera de dudas.

Su talento se ve realzado, a ojos del público, por sus terribles problemas físicos. Es víctima de una enfermedad degenerativa del sistema neurológico que le impide hablar o moverse. Era aún estudiante cuando los médicos estimaron su expectativa de vida en dos o tres años, no más. Hawking ha sobrevivido y se ha sobrepuesto a las limitaciones de su cuerpo. Se trata, en ese sentido, de un ejemplo de heroísmo. Y ha sido su condición de héroe la que ha acallado todo esbozo de crítica.

Fundamentalismo

Ni siquiera la voraz prensa sensacionalista británica ha querido husmear en la vida privada del héroe pese a su reciente divorcio y las acusaciones de infidelidad repetida (otra victoria sobre las limitaciones físicas) lanzadas por su esposa.La dudosa ecuación ciencia=sabiduría= bondad ha sido generalmente asumida y ha situado a Hawking más allá de toda objeción.

La nueva obra del catedrático, Agujeros negros, universos infantiles y otros ensayos, se adentra en los terrenos de la filosofía científica. Y revela con claridad los ángulos fundamentalistas de su pensamiento.

El diario londinense The Independent publicó, el miércoles, una de las primeras críticas abiertas al "despotismo científico" de Hawking, para quien la física es la disciplina cumbre por ser la más exacta y, en sus propias palabras, "la más fundamental". Ya en Una Breve historia del tiempo había afirmado que, a través del desarrollo de la física, "conoceremos la mente de Dios".

En su nueva obra, habla de una posible "teoría completa del cosmos" que "nos convertiría en auténticos Amos del Universo".

La filosofía, especialmente la filosofía de la ciencia (la integración de los fenómenos inhumanos en el pensamiento humano), es desdeñada por Hawking como una disciplina secundaria, retrasada, incapaz de seguir el ritmo de Ias novedades más recientes de la física contemporánea". Los filósofos de la ciencia son en su mayoría, según él, 'Tísicos fracasados, incapaces de desarrollar nuevas teorías".

La ciencia y su hija, la tecnologia, son en opinión de Hawking superiores, por más absolutas yfundamentales, a la moralidad, el amor o la organización social humana. "Puede que el gran especulador cósmico no tenga nada que ver con el impaciente y mandón gacetillero de la filosofía; ojalá", escribía el comentarista de The Independent. "Tristemente, sus libros son arrogantes y estrechos de miras", concluía.

[Una Breve historia del tiempo se convirtió un éxito de ventas sin precedentes para un libro de sus características, una obra de difícil comprensión incluso para los especialistas en la materia. En España fue publicada por la editorial Grijalbo, que sólo en nuestro país y sin contar el mercado latinoamericano, lleva vendidos ya alrededor de 250.000 ejemplares en sus ediciones en castellano y catalán. Ahora será la editorial Plaza y Janés quien publicará en España próximamente Agujeros negros, universos infantiles y otros ensayos.]

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