'A Nai Terra'

"Los bosques ya no arden". Manuel Fraga no pierde ocasión de recordarlo en la campaña electoral, mejor todavía si es delante de una queimada, para que nadie dude de que las meigas están de su parte.La política contraincendios con un gasto anual de unos 6.000 millones, le ha dado su más rotundo éxito y la oposición ha de rendirse a la evidencia. De 205.000 hectáreas afectadas por los incendios en 1989, se pasó a 12.000 en 1992. La cifra de este año fue aún menor. Ese logro indiscutible no debería ocultar, a juicio de las organizaciones ecologistas, un balance globalmente negativo en gestión medioambiental y el incumplimiento de los objetivos marcados en 1989.

Galicia es A Terra Nai. La Tierra Madre. Es una expresión popular, tan empleada en el galleguismo culto como en el habla coloquial y en las canciones y leyendas folclóricas. Según esta tradición, Galicia es una mujer horizontal, la fecunda y sagrada tierra. Esa visión romántica se enfrenta a la cruda realidad. Para empezar, y según los datos de la Asamblea de Grupos Ecologistas y Naturalistas de Galicia (AGENA), que agrupa a 41 organizaciones, con 3.500 afiliados, el país gallego cuenta con el menor espacio natural protegido de toda España.

Manuel García, 32 años, es un apicultor orgulloso de sus 132 colmenas, situadas en Reiriz de Veiga, en la comarca orensana de A Limia. Creció en la emigración, pero volvió a la aldea de sus ancestros, casi abandonada, y aquí ha nacido su primera hija. Cuando vino al mundo Manuel García, en 1961, la laguna de Antela desaparecía de la faz de la tierra y pasaba a figurar en la memoria de los paraísos perdidos. "Sólo de pensarlo, dan ganas de llorar; Galicia entera debería llorar semejante burrada". La laguna de Antela era un ecosistema comparable al parque de Doñana. Desecada artificialmente para explotación agrícola intensiva, hoy en día es un páramo improductivo y desertificado.

En vez de llorar, Manuel García, que pertenece al Movemento Ecoloxista da Limia, trabaja por conservar los vestigios de la antigua laguna, las zonas húmedas y los sagrados bosques de la comarca. En una ocasión, Manuel y sus compañeros cargaron con el enorme cadáver de un castaño y lo plantaron en la. plaza del Obradoiro, de Santiago, para escarnio de las instituciones. "No se trata de favorecer a los agricultores, el negocio está en hacer la concentración con obras desproporcionadas". Ante la actitud de la Xunta, el grupo ecologista presentó una denuncia en Bruselas. Para su sorpresa, la Comunidad Europea decidió paralizar las obras y abrir una investigación.

El río Limia era llamado por los romanos el río del olvido, porque quien lo cruzaba. perdía la memoria. Pero, Xosé Veiras, portavoz de la Asamblea de Grupos Ecologistas, que se reunió este fin de semana en Moaña (Pontevedra), no se ha olvidado de un compromiso explícito del programa del Partido Popular en la pasada legislatura, el de declarar espacio natural protegido la fraga del río Eume. Al contrario de la laguna de Antela, la fraga del Eume no es un paraíso perdido.

Es un bosque tan encantado como cierto. Es el área más occidental a donde llega el lobo. Y el búho real. Hay robles que tienen en su corteza la historia del mundo. Todo eso está en peligro si no se actúa con celeridad.

En el periodo de la presidencia de Manuel Fraga, la Xunta tramitó la protección de dos espacios naturales, las dunas de Corrubedo y la sierra del Xurés. La asamblea ecologista considera urgente ampliar ese catálogo a las sierras de Ancares, O Caurel y Trevinca y, en la zona costera, el estuario del Miño, la ensenada de O Grove, Baldaio, Valdoviño y la ría de Ribadeo, además, por supuesto, de los bosques del Eume. En relación con este caso que, en versión ecologista, "clama al cielo", el Partido Popular se ha comprometido de nuevo en el programa de 1993 a declarar, en plazo breve, parque natural las fragas del Eume y pedirá que sean consideradas reserva de la biosfera.

Frente a las críticas de indolencia en materia medioambiental, el Partido Popular destaca como logros en la pasada legislatura la puesta en vigor de los derechos sobre evaluación de impactos ambientales, el comienzo de las obras de la planta de tratamiento de residuos industriales, la definición del plan de residuos urbanos y la aprobación de la ley reguladora de la administración hidráulica de Galicia. La Xunta impulsó, también, por especial interés de Manuel Fraga, una ley de protección de los animales domésticos. Por parte de los naturalistas se critica que la normativa no contemple la prohibición de los festejos taurinos y del tiro al pichón.

"Si recicláramos las mareas negras, Galicia podría ser una potencia petrolífera", declaró con humor negro en un acto electoral el ex diputado y candidato del Bloque Nacionalista Galego Bautista Álvarez. La Costa gallega ha sufrido en los últimos años varias catástrofes marinas por accidentes de buques petroleros. Todavía se debate sobre los verdaderos efectos de la marea negra causada por el siniestro del Mar Egeo, hundido a la entrada de la bahía coruñesa el pasado mes de diciembre, muy cerca de donde se produjo otra tragedia ecológica, la causada por el Urquiola, en 1975. Según Greenpeace, los daños ecológicos provocados por el Mar Egeo son mucho más graves de lo que reconocen las autoridades. En los actos electorales se recuerda también, especialmente en Ja Costa da Morte, el drama provocado en 1988 por el buque Cason, cargado con sustancias tóxicas. Tras muchas demandas, y con la intervención de la Comisión Europea, se ha conseguido que la Organización Marítima Internacional estableciera un corredor de seguridad para el tráfico de petroleros y de mercancias peligrosas.

La contaminación de la ría de Pontevedra por la celulosa ENCE, y las dudas sobre la seguridad de la contigua planta de cloro es motivo permanente de movilizaciones populares y ecologistas. La Xunta se comprometió a cerrarla en caso de que se incumpliera la normativa, pero la Asociación para la Defensa de la Ría acusa a las autoridades autonómicas de "complacencia y complicidad".

Galicia es una gran reserva forestal. La política a seguir en este ámbito motiva los debates más encendidos e intensos. Según la asamblea ecologista, la Xunta está promoviendo la transformación de los bosques en monocultivos de eucalipto y, en menor medida, pino. La alternativa, según estas fuentes, sería la protección de los bosques tradicionales y la promoción de especies autóctonas y asimiladas.

En los comicios se presentan dos candidaturas con etiqueta medioambientalista: Os Verdes y Os Ecoloxistas, esta última considerada por los primeros como un disfraz del antiguo Partido Humanista. Os Verdes en las pasadas elecciones generales obtuvieron en Galicia 5.000 votos.