La CE teme la acción de un Gobierno más nacionalista en Atenas
El regreso de Andreas Papandreu al Gobierno griego se observa con auténtico recelo desde Bruselas, donde se teme una deriva nacionalista en la política griega que puede perjudicar seriamente a la ya de por sí limitada capacidad de maniobra de las instituciones europeas en la antigua Yugoslavia.El Gobierno conservador saliente había destacado en las últimas cumbres comunitarias y en los consejos de ministros de Exteriores por su posición pro-serbia en el conflicto de los Balcanes, que le había llevado a bloquear iniciativas comunitarias y a impedir el reconocimiento de la República de Macedonia.
La llegada del Partido Socialista Panhelénico (PASOK) al poder, subido en la ola del nacionalismo antimacedonio, hace temer a numerosos altos funcionarios de la Comunidad Europea (CE) y de la OTAN que la presidencia griega del Consejo de Ministros de la Comunidad, durante todo el primer semestre de 1994, se convierta en una plataforma de propaganda antimacedonia Además, la presidencia del país más alejado de la convergencia económica será la que instalará el Instituto Monetario Europeo y cortará la cinta de la segunda fase de la Unión Económica y Monetaria.
Fuentes de la CE consideran que Mitsotakis ha intentado respetar la durísima disciplina impuesta por la convergencia europea, pero aseguran que lo que se conoce del programa del PASOK permite pensar en un relajamiento de la disciplina para responder a las promesas electorales.Escasos méritos
La experiencia de Papandreu como presidente en ejercicio de la CE en dos ocasiones, en 1983 y en 1988, no es como para lanzar las campanas al vuelo, según concuerdan en valorar fuentes de las distintas instituciones de la CE. El veterano líder socialista se ha visto beneficiado por el calendario de las presidencias rotatorias de la CE sin que por su lado haya realizado muchos méritos, al margen de obtener sustanciosos subsidios comunitarios, de rendimiento muchas veces discutido.
Esta nueva presidencia griega suscita especial preocupación en la Comisión Europea. En primer lugar porque es un país pequeño y con escasos medios diplomáticos, que requiere todo el apoyo desde Bruselas. En segundo lugar, por su papel periférico dentro de la CE, tanto en términos políticos como económicos. Por último, por la indefinición del programa de acción de Papandreu.
Const antino Karamanlis fue el primer ministro que obtuvo el ingreso en la CE. Constantino Mitsotakis es quien ha conseguido que Grecia no desentone excesivamente en la tormenta política y monetaria que vive la CE en los dos últimos años. Pero el único que ha presidido los Consejos Europeos, se ha codeado con los grandes de Europa y ha cosechado rendimientos en imagen ha sido el veterano Papandreu.
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