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Reportaje:'OKUPAS' Y OCUPANTES

"Si nace bajo techo es un afortunado"

"Mira, cuando yo tuve el primer hijo, el parto me duró siete hora?. Carmen Gómez, de 35 años, ahora ya tiene seis retoños. Toda una experta en maternidad, Carmen da consejos a su vecina María Jesús Torrosio, una joven gitana a quien le faltan sólo cinco días para dar a luz por primera vez. "Si nace bajo techo", sentencia Carmen, "va a ser afortunado".Probablemente, la sala de parto será una antigua sala de colegio porque la vecindad de las dos mujeres es muy peculiar. Viven puerta con puerta en el colegio República del Ecuador, en el barrio de Carabanchel, ocupado por unos 60 vecinos más hace tres semanas. Vivían en la calle desde el pasado mayo, y ahora quieren presionar al Ayuntamiento para que se les conceda una vivienda cuanto antes.

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El colegio República del Ecuador, donde hace sólo dos años los escolares seguían las explicaciones de los profesores, es el hogar improvisado de 12 familias que fueron desalojadas de sus chabolas, cerca de la plaza Elíptica, por orden judicial.

El Ayuntamiento consideraba ruinosas sus casas bajas, situadas en una zona de deterioro urbano. No hubo realojamiento, a pesar de que el Instituto de la Vivienda de Madrid, dependiente de la Comunidad de Madrid, había prometido un piso a seis de estas familias. La Empresa Municipal de la Vivienda, también consideró que los chabolistas no tenían derecho a otra vivienda.

Una pareja de la Policía Municipal vigila ahora la antigua escuela. "Los vecinos se han quejado", decían ayer los agentes,

pero seguro que es por la envidioa de que tengan un techo gratis".

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Angelines García Gómez, de 18 años, relata mientras toma una cucharada del puchero: "A mí me registraron cuando traía comida en una bolsa. Un policía dijo: 'Déjala pasar', pero una policía que estaba ahí, se puso borde". El primer día de ocupación, hace tres semanas, todos durmieron sobre cartones. Ahora su hogar está mucho más amueblado. En las antiguas aulas, de unos 30 metros cuadrados, hay un colchón de matrimonio, tumbado junto a un viejo pupitre.

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