El PP aprueba 6.000 viviendas para las clases medias y sólo 1.000 pisos para familias pobres
Juan Barranco, portavoz socialista en e Ayuntamiento de Madrid, abrió ayer e debate sobre la vivienda relajado y salió del pleno derrotado y crispado. El Partido Popular, con todos sus efectivos -30 concejales- votando, rechazó las propuestas socialistas referidas a programas concretos de vivienda y sólo aceptó aquellas en que se pedía información. Juan Barranco lo consideró una burla a los madrileños. Los populares se comprometieron a promover el año próximo nuevos concursos de suelo para 6.000 pisos de precio tasado -entre 14 y 15 millones de pesetas- destinados a las clases medias. Para los ciudadanos menos pudientes aprobaron un concurso de al menos 1.000 casas de protección oficial -entre 8 y 10 millones de pesetas- para el año 1994.
El grupo municipal de Izquierda Unida consiguió el apoyo de PP y PSOE para que, a partir de ahora, las mujeres separadas con hijos a su cargo reciban puntuación extra en los concursos municipales de vivienda. Los inmigrantes no tuvieron la misma suerte. Socialistas e IU pidieron la confección de un plan a medio plazo de vivienda e integración social para este colectivo. "Eso es cosa de Comunidad de Madrid y legación del Gobierno", testó el concejal de Urbanismo, José Ignacio Echeverría.Francisco Herrera, portavoz de IU, tuvo que regatear como si estuviera en un mercadillo persa para conseguir arrancar un compromiso al PP. Herrera solicitó 5.000 viviendas de alquiler para jóvenes y el Gobierno municipal le ofreció al menos 1.000".
El pleno, que comenzó con unos minutos de retraso y sin ninguna queja, duró cuatro horas. En el debate, los ediles regalaron a la audiencia, entre la que se encontraban representantes vecinales a los que se les negó el uso de la palabra- una ensalada de cifras que, resumidas, expresaban las diferencias políticas que separan al PP, en el Gobierno, de IU y PSOE, en la oposición.
Mientras los dos partidos de izquierda opinan que el 90% de los ciudadanos necesitados de vivienda sólo pueden pagar entre ocho y diez millones, precio de las casas de protección oficial, el PP asegura que el 50% de los demandantes tienen ingresos superiores a 300.000 pesetas y, por tanto, al no poder acceder a viviendas de protección oficial necesitan una oferta de suelo para pisos de precio tasado (entre 14 y 15 mIllones).
José María de la Riva, concejal socialista de urbanismo, y su jefe Juan Barranco, examinaron la política de vivienda del Gobierno municipal y pusieron nota: un suspenso. Barranco confeccionó la lista de asignaturas no aprobadas por el PP: "Han paralizado el programa para eliminar los barrios de infraviviendas, tienen 700 pisos terminados pero vacíos, han olvidado la rehabilitación del casco histórico y cada día hay mas ruinas, no han ejecutado los realojamientos de chabolistas y las viviendas de precio tasado que han concedido han resultado un escándalo".
Sobresaliente
Los gestores municipales, por su parte, se pusieron un sobresaliente: "Desde que estamos en el Gobierno, hemos conseguido aprobar 16.800 viviendas de protección oficial, hemos tramitado más de 50.000 expropiaciones y en mayo del próximo año tendremos totalmente gestionado el Plan 18.000. Cuando llegamos al Gobierno, en 1991, no había ni una sola parcela gestionada".
El PSOE buscó apoyos a su programa de vivienda para los próximos años. Barranco llegó al pleno dispuesto a solucionar "los problemas de la morada del cuerpo" y propuso un plan para la década: 30.000 viviendas en régimen de cooperativa -IU pidió 22.0000-; 4.000 pisos en alquiler para jóvenes -IU solicitó 5.000-, y ayudas para rehabilitar otras 12.400 casas. Ninguna de las propuestas salió adelante, pero el PP invitó a los dos grupos a una comisión donde estudiar el crecimiento de la ciudad. Tras dos plenos borrascosos -en el primero se ausentaron dos concejales del PP para no votar la anulación de la tercera paga a los funcionarios y en el segundo, de ordenanzas, la oposición dio plantón al alcalde por su retraso- Álvarez del Manzano pudo ayer respirar.
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