Carlos Menem sale fortalecido de las elecciones legislativas argentinas
El arrollador triunfo del peronismo en las elecciones legislativas argentinas del pasado domingo ha fortalecido el liderazgo del presidente Carlos Menem, de 63 años, el auténtico beneficiado con el resultado. El peronismo no consiguió los dos tercios de escaños en la Cámara de Diputados necesarios para la reforma de la Constitución, pero Menem puede ahora negociar desde una posición de fuerza, basada en el elevado capital de votos, para lograr el consenso que le permitiría intentar en 1995 la reelección presidencial.
Se puede decir que las dimensiones del éxito del domingo sorprendieron a la propia empresa. Cuando los expertos presentaron los resultados de una proyección en los tres distritos electorales más importantes del país (la provincia de Buenos Aires, la capital federal y Santa Fe) al Gobierno y la oposición ninguno se lo quería creer.En la renovación de la mitad de la Cámara, el Partido Justicialista (peronista) ha conseguido el 42,3% de votos y aumenta su grupo parlamentario en 10 diputados. La Unión Cívica Radical (UCR) llega a un 30% y pierde un escaño. Los partidos provinciales suman 10,4% y ganan dos escaños. El Movimiento por la Dignidad e Independencia Nacional (Modin), del ex teniente coronel golpista Aldo Rico, llegó al 5,8% y ganó cuatro actas en la Cámara. Fracaso casi total de la derechista Unión de Centro Democrático (UCeDé) con un 2,6% y pérdida de cuatro diputados.
En la futura Cámara de Diputados, de 257 escaños, los peronistas están al borde de la mayoría absoluta con 126 escaños, la UCR 83, siete el Modin de Rico, cinco la UCeDé, los mismos de la Unidad Socialista, y el resto se los reparten los partidos provinciales y diferentes minipartidos. Esta casi mayoría absoluta en diputados, unida a los dos tercios que tiene en el Senado, asegura al Gobierno una cómoda base para gobernar en los dos últimos años de presidencia de Menem. Esto no lo conseguía un presidente argentino desde los años 20, en tiempos de Hipólito Yrigoyen.
El resultado del domingo no sorprendió mucho por su cuantía, que no se alejó mucho del 0% pronosticado para el peronismo, del 30% para los radicales del otro 30% para el resto.
Llama la atención de los analistas diversos aspectos destacables. Primero, el éxito del peronismo en la capital federal como consecuencia del acierto de Menem al escoger como candidato a un riojano como cabeza de lista.
El negro Erman González, compañero de Menem de larga data, que ocupó varias carteras en el gabinete, arrasó a la candidata radical Martha Mercader. El peronismo aventajó en 2,6% a los radicales en la capital.
Segundo, en la provincia de Buenos Aires, con un padrón electoral de casi ocho millones, la lista del candidato peronista Alberto Pierri consiguió un 48,1% frente a sólo 25,9% de Federico Storani, la esperanza joven del radicalismo.
Tercero, en Córdoba cayó derrotado el candidato peronista y ganó el apoyado por el gobernador radical, Eduardo Angeloz, por un amplio margen de casi un 8%. Este resultado también favorece a Menem, porque el candidato peronista, Juan Schiaretti, es un hombre del ministro de Economía, Domingo Cavallo, a quien se le suponen ambiciones presidenciales.
Posible plebiscito
La fortaleza ganada por Menem le permite una actitud de confianza y conciliación. El presidente parece haber dejado come un arma en reserva la posibilidad del plebiscito para intentar forzar la reforma constitucional que le permita la reelección. Al olfato político de Menem no se le escapa que cuenta con un apoyo próximo al 50% del electorado.Menem intentará la reforma constitucional a base del diálogo y la negociación con la oposición radical. El peronismo tiene bazas importantes para los radicales, que exigen más seguridad jurídica, independencia de la Justicia y, sobre todo, de la Corte Suprema y garantías del estado de derecho. No todos los radicales rechazan de forma absoluta la reforma y tal vez más de uno podría sentirse atraído muy pronto por los cantos de sirena que sin duda les lanzará el presidente Menem.
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