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Doce cubanos buscan asilo en la residencia del embajador español en La Habana

Doce ciudadanos cubanos intentaron refugiarse el martes por la noche en la residencia del embajador de España en La Habana, José Antonio San Gil, pero abandonaron el recinto 12 horas después, tras ser convencidos por diplomáticos españoles. Los cubanos, cinco hombres, cuatro mujeres y tres niños, entraron en la residencia de San Gil aprovechando la oscuridad y salieron "pacíficamente" de la misma ayer a las nueve de la mañana.Fuentes de la Embajada española informaron a EL PAÍS que los 12 cubanos decidieron salir voluntariamente de la residencia cuando diplomáticos españoles les explicaron que España no es signataria de la Convención de Derecho de Asilo que tienen la mayoría de los países latinoamericanos, y les dieron seguridades de que podrían realizar los trámites normales para obtener un visado en el consulado.

Un diplomático español no quiso revelar la identidad de las personas ni dar detalles de la forma en que penetraron el martes en la residencia de San Gil, una elegante mansión situada en el barrio diplomático de Cubanacan, que está rodeada por una verja de considerable altura y custodiada permanentemente.

"Simplemente entraron", afirmó el diplomático. Y señaló :"La vía adecuada para todos aquellos cubanos que deseen entrar a España es solicitar el visado correspondiente en el Consulado General".

Personal diplomático español acompañó hasta sus respectivos domicilios a los frustrados solicitantes de asilo'. Paralelamente se entablaron, según un portavoz de la Oficina de Información Diplomática, conversaciones con las autoridades cubanas. La Embajada de España está convencida de que el grupo no corre peligro alguno de ser sancionado por su iniciativa. La Embajada se muestra incluso confiada en que, utilizando los cauces habituales, esos cubanos podrán obtener permisos de salida.

Hace justamente tres años, en el verano de 1990, 18 cubanos se refugiaron en la Embajada de España en La Habana y solicitaron asilo político, provocando la llamada crisis de los refugiados, que enturbió las hasta entonces excelentes relaciones entre ambos países. Los 18 cubanos permanecieron en la misión española durante dos meses y finalmente salieron a la calle y tramitaron sus visados por la vía ordinaria, aunque hasta hace poco ninguno de ellos había conseguido salir del país. El del martes es el último de una serie de incidentes en embajadas extranjeras en las últimas semanas.

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