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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Debate necesario

En su edición del día 30 de septiembre de 1993, EL PAÍS publicó un artículo titulado Escándalos sanitarios en el Reino Unido, el cual daba una imagen en exceso negativa del Servicio Nacional de Sanidad británico basándose en una presentación selectiva de las cifras. Nera Consultores en Economía acaba de realizar un estudio de dos años de duración sobre los sistemas sanitarios en 12 países industrializados, entre ellos el Reino Unido. Según la OCDE, y contra lo sugerido por el autor del citado artículo, el porcentaje del PIB gastado en salud en el Reino Unido entre 1980 y 1990 creció un 0,5% del PIB (lo que supone un crecimiento del gasto real del 75% en esos 10 años), mientras que en países como Alemania y Suecia la proporción bajó. Sea esto como fuese, una de las conclusiones principales del estudio realizado por Nera es que el porcentaje del PIB gastado en salud no representa por sí solo una medida adecuada de las condiciones sanitarias en un país. Existen, en el contexto británico, tres razones principales por las cuales el gasto en salud pública es menor que en otros países, aun cuando la calidad de los servicios es superior:- En contraste con la situación en países como Italia, por ejemplo, en el Reino Unido los hospitales respetan los planes previstos en los presupuestos y, por consiguiente, utilizan sus recursos más eficazmente.

- Los británicos no dependen tanto como los de otros países de las medicinas para curarse las pequeñas molestias y prefieren fiarse más de sus defensas naturales. Así, el consumo per cápita de medicamentos en el Reino Unido es sólo dos tercios del promedio de la CE, aun cuando un 83% de los británicos puedan consumirlos de forma gratuita.

- Los empleados del sistema sanitario británico exhiben un alto grado de profesionalidad, y aun cuando sus salarios son parecidos a la media europea, es común para los médicos de hospitales trabajar, si se toman en cuenta las guardias, alrededor de 100 horas semanales en beneficio de sus pacientes. No se puede negar que los recortes presupuestarios pueden derivar en problemas en los sistemas de salud. Sin embargo, una política sanitaria bien diseñada puede dar calidad y eficiencia con unos costes comedidos. Estas reformas están empezando a discutirse públicamente y el debate no se ve favorecido en modo alguno por comentarios sensacionalistas. Analista de Nera Consultores en Economía.

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