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Menem tiene más difícil su plan de reformar la Constitución para hacer posible su reelección

El Partido Justicialista consiguió un gran éxito al sacar algo más de un 10% a la Unión Cívica Radical (UCR) en las elecciones del domingo para renovar la mitad la Cámara de Diputados. Este triunfo, en el cuarto año de mandato presidencial, tiene carácter de histórico, pero no llega para dar al presidente Carlos Menem, de 63 años, una mayoría suficiente de dos tercios en el Congreso para reformar la Constitución e intentar la reelección en 1995.

Habría que remontarse a los años 20, a los días del presidente Hipólito Yrigoyen, para encontrar un presidente que ganó las elecciones del maldito cuarto año. Cuando los presidentes argentinos llegan a esa fase de su mandato suelen iniciar la caída. Los expertos señalan que también el general Juan Domingo Perón consiguió en los años 50 la reelección y superar la crisis del cuarto año.Este éxito de Menem y de su programa de Gobierno le dan una sólida base para gobernar en los difíciles dos años finales de mandato, pero no le bastará para la reelección. La cifra de diputados partidarios de la reforma constitucional no llega a los dos tercios que se necesitan en la Cámara de Diputados. Menem tendrá que intentarlo por la vía del compromiso con los radicales o buscar la división de sus diputados. Sigue en pie la posibilidad de convocar un plebiscito, figura que no existe en la Constitución, pero, si Menem lo ganase, significaría una presión sobre los diputados.

En la elección del domingo el peronismo consiguió en el ámbito nacional entre un 41 % y un 42% y los radicales entre un 30% y un 3 1 %. La tercera fuerza política de Argentina es el Movimiento para la Dignidad y la Independencia Nacional (Modin) del ex teniente coronel golpista Aldo Rico con algo más de un 5% conquistado sobre todo en la provincia de Buenos Aires.

Bastión radical

Los resultados más significativos de la elección fueron el triunfo peronista en la capital federal, bastión tradicional de los radicales. El peronismo consiguió más de un 32% y los radicales apenas llegan al 30%. Esto significa la derrota del líder radical de la capital, el senador Fernando de la Rúa, en su lucha para ser candidato presidencial de su partido.En la provincia de Buenos Aires arrolló el peronismo por más de un 20% sobre el radicalismo. Este resultado consagra al gobernador Eduardo Duhalde como heredero de Menem, si no sale adelante la reforma constitucional que permita la reelección. Al mismo tiempo, el resultado significa un freno en seco a las aspiraciones del radical Federico Storani, de 43 años, de convertirse en un nuevo líder de su partido.

En la provincia de Córdoba se registró uno de los escasos triunfos de los radicales con un 7% sobre el peronismo. Esto supone un éxito personal del gobernador Eduardo Angeloz, candidato presidencial derrotado por Menem en 1989. Angeloz decide con este resultado a su favor la pugna interna dentro del radicalismo. El resultado de Córdoba significa también un fracaso para las aspiraciones políticas del ministro de Economía, Domingo Cavallo, porque su candidato perdió por bastante diferencia, cuando se esperaba un codo a codo.

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La composición de la futura Cámara de Diputados apenas cambiará. El bloque peronista aumentará en unos pocos escaños, pero será insuficiente para la reforma constitucional. En una eufórica conferencia de prensa en la Casa Rosada, Menem declaró el domingo que sería hipócrita no decir que desea la reelección, pero se pronunció con más cautela sobre la posibilidad de convocar un plebiscito. El presidente estuvo humilde y declaró que "la victoria no da derecho". Su hijo Carlitos se subió al podio y se besaron.

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