Dinero perdido

Las fincas del escándalo sólo servían para plantar patatas. Algunos avispados las compraron a precio de saldo y las revendieron a precio de oro. Y todo en tres meses. La filial inmobiliaria de Renfe, Equidesa, pagó, con dinero público, aquéllos terrenos. Desembolsó 1.400 millones y recuperará, en el mejor de los casos, 400. 1.000 millones se han perdido en el bolsillo de unos pocos.Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, tuvo que soportar una investigación en el Parlamento regional por el escándalo de los terrenos. "Estoy hasta las narices de que se me intente torticeramente implicar en el escándalo Renfe. Se ha hablado de especulación de Renfe y es al revés, es un atraco a Renfe. Que nos devuelven el dinero y a algunos que nos dejen en paz, que se nos están hinchando las narices", dijo entonces. Nadie ha devuelto el dinero aunque el presidente regional tuvo claro desde el principio dónde estaba. "Búsquese a los de las declaraciones complementarias, que ésos tienen la pasta, y a por ellos. Hay gente que se ha llevado 400 millones. Que los devuelvan, o que vayan a la cárcel".

De las 10 parcelas compradas por Renfe, siete eran propiedad de los hermanos Serrano Alberca, que controlaban las sociedades Fellow, SA e Inmobiliaria del Jarama. Los Serrano Alberca se embolsaron 466 millones por la venta de sus terrenos en San Sebastián.

Todavía les quedan parcelas en la zona. La Comunidad se las expropiará como si fueran, que lo son, fincas donde sólo se pueden plantar patatas.

Mientras, el ramal ferroviario sigue en vía muerta. Las conversaciones con el Ministerio de Transportes no son prometedoras. "No acaban de ver clara la construcción del ramal", reconoce el consejero de Transportes, Julian Revenga, "y sólo nos ofrecen la alternativa de un carril bus". El tren de San Sebastián y Alcobendas nunca llega.