Inquietud
Esta carta responde a una inquietud que renace en mi interior cada vez que enciendo la radio o leo determinados periódicos, y que, si no se pone de manifiesto para que surja en estos medios alguna intención de enmienda, acabará por condenarme a la desinformación por una sencilla cuestión de forma.He llegado a la conclusión de que no es una absurda deformación de aspirante a filóloga el protestar por la falta de corrección gramatical que exhiben muchos y muchas periodistas, porque, del mismo modo inconsciente con que cometen faltas más o menos graves estos profesionales, los lectores asumen esas formas como correctas y, tras asumirlas, las emplean, separándose irremediablemente de la norma.
Un ejemplo suficientemente claro de este mal uso de la lengua, generalizado en gran medida por la acción de los medios de comunicación, es la confusión sistemática de la perífrasis verbal "deber de + infinitivo" (que denota suposición, conjetura o creencia) con la construcción verbal formada por "deber + infinitivo" sin preposición, que siempre denota obligación (teniendo en cuenta que "deber" significa aquí "estar obligado").
Así, dice el Esbozo de una nueva gramática de la lengua española lo siguiente: "(...) En la lengua literaria se mantiene más clara la diferencia entre 'deber de' (suposición) y 'deber' (estar obligado): 'Deben de volver' significa 'supongo, creo que vuelven', en tanto que 'deben volver' equivale a 'tienen obligación de volver'. La diferencia es muy expresiva y la Academia recomienda mantenerla".
La lista de errores (dequeísmo, uso indiscriminado de neologismos superfluos, etcétera) sería demasiado larga, y en absoluto pretendía exhaustividad, sino simple llamada de atención.
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