Palestina lleva paz a EE UU
Jesse Jackson espera un acercamiento entre negros y judios norteamericanos
El líder por los derechos civiles Jesse Jackson comentó días atrás, a la salida de su reunión con el presidente de la Organizacion para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, que "la paz en Oriente Próximo traerá la paz a Estados Unidos". La frase se perdió en medio de la vorágine de acontecimientos históricos de aquellos días. Pero Jackson quería llamar la atención sobre la posibilidad de que las comunidades judía y negra de EE UU, violentamente enfrentadas desde hace años, firmen la paz a la luz del acuerdo entre palestinos e israelíes.Los negros son los principales defensores de la causa palestina en Estados Unidos. Una de las razones de esa alianza es la expansión del islamismo entre esa raza que comenzó en los años sesenta y llega con fuerza hasta ahora. El grupo Nación del Islam, en. el que militó Malcolm X, sigue siendo una de las principales organizaciones negras, y su dirigente Louis Farrakhan, denunciado a veces como antisemita, la voz que más alto habla contra el poder judío en Estados Unidos: "Tenemos que liberamos de la influencia y el control de los miembros de la comunidad judía en esta sociedad", escribía recientemente Farrakhan.
Otra explicación de la conexión entre palestinos y negros ha sido la tradicional amistad entre los Gobiernos de Israel y de Suráfrica, condenado éste reiteramente como racista por los negros norteamericanos. Además, las principales organizaciones negras, de tendencia progresista, suelen simpatizar con otras comunidades marginadas en diferentes países.
El conflicto entre negros y judíos se agudizó a partir de 1991 como consecuencia de la muerte de un joven judío a manos de una multitud negra en el barrio neoyorquino de Crown Heights. La comunidad Hasidic, que es la más numerosa en Crown Heights, denunció el caso como un asunto de derechos civiles y presionó ante el propio presidente, primero George Bush y después Bill Clinton, para esclarecer el asunto.
El alcalde negro de Nueva York, David Dinkins, se ha visto seriamente acosado por este caso, que pone en peligro su reelección. Desde aquella muerte, los enfrentamientos entre judíos y negros han sido casi diarios en la zona, que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la policía de la ciudad. Según líderes de ambas comunidades, los enfrentamientos suelen incrementarse en función de los acontecimientos en Oriente Próximo. En varias ocasiones, los dirigentes negros esgrimen argumentos contra los judíos por los ataques de Israel en Líbano o por los jóvenes muertos en CisJordania y Gaza a manos del Ejército israelí.
Jackson confía en que, con las perspectivas de paz entre palestino! e israelíes, y también con la proximidad de un Gobierno de la mayoría negra en Suráfrica, las comunidades negra y judía busquen su particular reconciliación en Estados Unidos. Para ello, algunos columnistas judíos han pedido en los principales diarios que los dirigentes negros dejen de hablar un lenguaje antisemita.
La OLP, según su director de comunicaciones en Washington, Jafil Foutá, afirma que su organización está ejerciendo sus buenos oficios para superar las diferencias entre negros y judíos. "Nuestro conflicto se refleja en este país, como se refleja en muchas otras sociedades que sufren violencia, porque ha sido desde hace muchos años una de las causas más legítimas del mundo", afirma Foutá.
La comunidad palestina en Estados Unidos, integrada por más de 200.000 personas, no tiene la misma influencia política que la judía, pero está integrada fundamentalmente por profesionales bien pagados y profesores e intelectuales. Sus principales respresentantes han comenzado ya a establecer contactos con los dirigentes del lobby (grupo de presión) judío, en el que observan que las más importantes organizaciones apoyan el acuerdo firmado por la OLP e Israel.
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