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Entrevista:

"La tarifa única eléctrica es irrenunciable"

Miguel Ángel Noceda

Luis Atienza Serna (Trespaderne, Burgos) se incorporó a la Secretaría General de la Energía en agosto llamado por el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, al que le une una estrecha relación. Licenciado en Económicas, estudió con los jesuitas en Comillas y Deusto y fue consejero de Economía del Gobierno vasco y secretario general de Estructuras Agrarias. En estos dos meses, en los que ha cumplido 36 años y ha tenido su primer hijo (una niña llamada Alba), se ha volcado en un sector -el energético- polémico y siempre caliente.P. ¿Qué cambios va a haber en la ley eléctrica que ya aprobó el anterior Gobierno?

R. Vamos a hacer una relectura de la ley en la que participará el sector, y, aunque no se pondrá en cuestión ninguno de los objetivos fundamentales, veremos en qué medida se pueden hacer mejoras. Los objetivos son consolidar un modelo de sector eléctrico basado en la planificación conjunta de la explotación unificada de la red, en la separación entre generación y distribución y en la introducción de elementos de mayor competencia. A esto hay que añadir la tarifa única propia del modelo español.

P. ¿Por tanto no habrá tarifas diferenciadas por zonas como se ha llegado a insinuar desde sectores privados?

R. La tarifa única es irrenunciable, por lo que tiene que existir un sistema de transferencia financiera desde zonas que tienen un coste más alto de distribución a otras que lo tienen más bajo.

P. ¿Se confirma la separación de negocios?

R. Nadie discute que es necesaria la separación contable de las actividades de generación y distribución, entre otras cosas porque la generación será un negocio abierto a la competencia y la distribución será un negocio fuertemente ' regulado, porque es un monopolio natural, y no dará entrada a otros operadores porque no tiene sentido contar con dos o varias redes de distribución. En generación, podrá concursar quien quiera, español y extranjero, para la instalación de nuevas centrales. Si me preguntan si habrá separación jurídica, contesto que todavía lo tenemos que evaluar.

P. ¿Qué futuro van a tener las comercializadoras?

R. Uno de los elementos que está en discusión es la separación entre distribución y comercialización, que es una innovación de la ley a nivel internacional. En principio, tiene aspectos positivos, ya que supone un estímulo en la mejora de atención al consumidor porque éste puede elegir entre diversos comercializadores; pero las ganancias derivadas de introducir comercializadoras, tanto económicas como en mejora de servicio, son muy pequeñas. En gran parte, porque el sistema de tarifa única limita las ganancias que se pueda obtener del proceso de competencia en la comercialización. Otro punto que hay que resolver es que provocará distorsión en cuanto a quién es el responsable de la calidad del servicio, si el distribuidor o el comercializador.

Eso hace que el proceso de apertura a la entrada de comercializadoras debe ser escalonado y condicionado a que se resuelvan alguno de esos inconvenientes.

P. ¿El consumidor va a salir ganando con esas separaciones? R. Como consumidor reconozco que es necesario hacer un esfuerzo en la calidad. En ocasiones el debate se centra demasiado en los combustibles utilizados (nuclear si o no) y las consecuencias de su uso. Sin embargo no se da suficiente atención a la calidad, a que el consumidor tenga garantizado el servicio cuando lo desea.La posibilidad de que entren nuevos comercializadores hará que las empresas del sector se esfuercen en mejorar la calidad de su servicio (mejora de sus sistemas de tarificación, mediación, oferta de nuevos servicios y estructura de tarifas desglosadas, atención de averías ... ), van a dejar muy poco margen. Es decir, no hay un atractivo económico para la entrada de otros operadores.Es muy importante tener en cuenta, además, que si no se establecen las cautelas correspondientes, las comercializadoras tenderían a concentrarse en los segmentos de mercado claramente más rentables. Comercializar en grandes ciudades es más fácil y rentable que hacerlo en el medio rural. Al existir una tarifa única, las comercializadoras se concentrarían en los mercados más atractivos, lo que supondría que el medio urbano tendría un servicio mejor que el rural.

P. ¿Para qué tienen que ponerse acuerdo Iberdrola y Endesa, para beneficarse ellas o para beneficiar al consumidor? Iberdrola pide que se le reconozca un valor mayor a sus activos nucleares, lo que implicaría aumentar la tarifa si no se cambian otros coeficientes que también intervienen en ésta.

R. Eso es una propuesta entre muchas, pero nosotros consideramos que no puede tener repercusión en la tarifa de 1994, que es una tarifa que debe contribuir al esfuerzo de recuperación económica y, en particular, del relanzamiento del sector industrial. No tenemos porqué reconocer nuevas valoraciones de las nucleares. Habrá que ver qué propuestas se pueden realizar para que en su conjunto sea un modelo mejor y que el consumidor no sea el pagano.

P. ¿Cuánto va a subir la tarifa?

R. Estamos haciendo las primeras estimaciones, depende como se consolide la caída de los tipos de interés y de la evolución de la demanda. Pero todo indica que será más baja que la inflación.

P. Usted que es de un pueblo vecino de la central nuclear de Garoña, ¿es partidario de la energía nuclear?

R. Habrá que ver cuál es la tecnología disponible después del 2000. Si existen reactores de fisión avanzados que puedan hacer que las condiciones de costes económico y seguridad lo hagan eficiente en nuestro programa energético. Antes, no son necesarias inversiones por lo que no tiene sentido plantear un debate esteril. Tendríamos que renunciar al carbón nacional, al suministro del gas, a las hidroeléctricas..., no encaja. En el plano personal, reconozco que tengo muy poco miedo al futuro y reacciono muy poco a la defensiva respecto a lo desconocido. En ese sentido quizá tengo menos reticiencia a la energía nuclear, ya que en el fondo forma parte de la aversión a lo desconocido.

P. En el PEN se previó un crecimiento anual del 3,4% y la necesidad de ínstalar 9.500 magavatios nuevos. Resulta que se está creciendo muy por debajo.

R. Si hay algo que caracteriza al sector es su flexibilidad. Al no haber optado por una inversión en grupos de gran tamaño -está muy disperso en grupos de mediana potencia de carbón, gas y cogeneración-, podemos adaptarnos a los cambios de la demanda. Por eso no conduce a una reconsideración, quizá sí a una reprogramación. El plan se estableció con una senda de crecimiento de 3,47% y ahora se ha bajado al 2,78% hasta el 2000. Tenemos inversiones comprometidas, más el compromiso con Francia de comprar 1.000 megavatios.

R. ¿Está suficentemente liberalizado el sector petrolero? A usted le ha estallado en las manos un conflicto con el Ministerio de Transportes, que ha cuestionado ante el Tribunal de la Competencia la actuación de las petroleras españolas y el sistema establecido en España.

P. ¿Se ha alcanzado la multiplicidad de operadores para considerar que hay una competencía perfecta? No sé si el sector petrolero puede llegar a la competencia perfecta alguna vez por la concentración que se produce en la oferta. Se ha avanzado mucho en el precios de liberalización y tenemos las bases de un sector liberalizado con competencia muy creciente más intensa en segmentos con costes mas bajos: la venta directa, que no requiere inversiones en red de distribución. Eso hace que hayan entrado muchos operadores y se esté produciendo precios de competencia muy fuerte.

En cuanto a las ventas al detalle se está produciendo una competencia creciente, aunque no el suficiente como para que se pueda producir la liberalización total de precios, no se dan las condiciones; pero consideramos que existe una competencia creciente. Eso tiene que traducirse en que exista un precio diferente. Al contrario, si la competencia funciona el precio tiene que ser el mismo. No hay que considerar que el precio único significa práctica colusoria. En cuanto al sistema de precios máximos, si no se dejase un margen de dos pesetas habría precio único y con las dos pesetas se deja posibilidades de dispersión.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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