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El arzobispo de Barcelona y Pascual Maragall se quejan ante los Reyes de los ataques al catalán

El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el arzobispo Ricard Maria Carles expresaron ayer ante los Reyes su preocupación por los ataques al catalán que se han producido últimamente. Los reyes Juan Carlos y Sofía presidieron ayer diversos actos de las fiestas de la Mercé, recibieron la medalla de oro de la ciudad e inauguraron la avenida que ha sido dedicada a la memoria de don Juan de Borbón. El Rey leyó en catalán parte de su discurso, en el que glosó a Jaime I, quien, como recordó el alcalde, se sentó en la misma silla del Saló de Cent que ayer ocupaba don Juan Carlos.

El arzobispo de Barcelona fue muy explícito. Su homilía de la misa de la fiesta de la Mercé, en catalán, única lengua utilizada en el solemne oficio, terminó con estos párrafos: "Al recordar que la Corona ha sido durante la transición un ejemplo de respeto a la pluralidad y ha hecho honor a la diversidad de culturas y de comunidades de nuestro país, querria expresar mi preocupación por ciertas manifestaciones que pueden calificarse de atentatorias a la convivencia entre las comunidades y los pueblos de España ( ... ) Aún aceptando el derecho a la discrepancia y a la crítica, algunas tomas de posición recientes y críticas graves que hacen referencia a Cataluña deberían ser más razonadas y también más comedidas para que no deriven hacia un enfrentamiento entre pueblos".En el Ayuntamiento, los Reyes recibieron la medalla de oro de la ciudad. Fue allí donde Maragall improvisó un discurso al que dio un contenido político inusual en este tipo de actos protocolarios. "Nos preocupa", dijo, "el respeto por el catalán, que hemos visto vulnerado, como ha dicho el arzobispo en la basílica. Y nos preocupa porque nosotros sí respetamos el castellano, porque Barcelona -además del Parlament, por ley- se ha compro metido como ciudad a respetar el derecho de aquéllos que quieran enseñanza en castellano, a tenerla, y vigilaremos para que esto no se infrinja. Y porque esto es así, pedimos respeto para el catalán y para Cataluña".

Maragall recordó la petición que Cambó dirigió en 1906 al abuelo de don Juan Carlos, el rey Alfonso XIII, y afirmó: "Como entonces, yo, hoy, Señor, Rey, Conde de Barcelona, os digo: esta ciudad quiere una ley, quiere su carta municipal porque la necesita".

El Rey pronuncio parte de su discurso de aceptación de la medalla en catalán. Tras este acto, los Reyes salieron al balcón principal para presenciar una actuación de los castellers (torres humanas). La plaza de Sant Jaume estaba repleta, y unas 200 personas de las Juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya silbaron y lanzaron consignas antimonárquicas y antiespañolas (Los catalanes no tenemos rey) ante la indiferencia de casi 4.000 personas, muchas de las cuales aplaudieron a los Reyes.

Fuentes policiales informaron que un joven fue detenido, acusado de injuriar al Rey. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, declaró: "Ha quedado claro durante toda la visita que los incidentes no responden al sentimiento muy ampliamente mayoritario de los barceloneses y mucho menos de las instituciones catalanas".

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