Ni mejor ni más lento

Con lo de ayer tarde se puede decir que Manolo Sánchez es el triunfador de la feria, ya que, no se puede torear mejor ni más lento. Estuvo sublime en todas las suertes. Por si fuera poco, deleitó con un gran repertorio, tanto con el capote como en la muleta.Toreó con el capote magistralmente, con los pies juntos y echando la pata alante. Con la muleta se acopló perfectamente con los dos toros (no se puede torear más lento, no se puede torear con más elegancia). Con la muleta toreando con las dos manos, y por los dos pitones dictó dos lecciones magistrales en cada uno de sus dos morlacos.

Mejor lo del primero, el mejor de su lote, que le inició en tablas para sacar al burel rápidamente al centro y provocar el éxtasis. Cuando Manolo Sánchez inicia una tanda de naturales el público empieza a soñar una visión sobrenatural de lo que es la tauromaquia. Dos orejas y rabo, en su primero, al que mató con una espada de perfecta ejecución y dos orejas al segundo, atinando también a la hora de matar.

Juan Antonio Ruiz, Espartaco, vino a ser el triunfador de la feria de Valladolid. En su primero dio una clase de cómo aprovechar a un toro justo de fuerzas. Citó de ente y enseñó la facilidad que tiene para cambiarse los trastos. Se puede decir que bordó la lidia de su primer enemigo, al que cortó las dos orejas. En el segundo estuvo poderoso con la derecha dominando al animal, liando por la izquierda al natural y dominando por la derecha, aún a pesar de que el toro echaba la cara arriba. Una oreja y aplausos.

Ortega Cano estuvo en su primero muy torero y confiado. Su mejor momento fue una tanda de tres en uno rematando con una de pecho. Le cortó las dos orejas. En el segundo toro hizo una faena voluntariosa toreando con suavidad por la derecha consiguiendo pases de gran calidad.