Los países en vías de desarrollo crecerán cuatro veces más que los industrializados en 1993

Los países subdesarrollados y en vías de desarrollo -excluida Rusia- tendrán un crecimiento económico cuatro veces superior a las naciones industrializadas en 1993, según se desprende del informe anual del Banco Mundial difundido este fin de semana. Según el organismo internacional, este grupo de países empezó a recoger en 1992 los frutos de sus políticas de ajuste, que seguirán dando buenos resultados en los próximos años. La deuda externa sigue siendo un grave problema para estas naciones, con un monto cercano a 1,4 billones de dólares (189 billones de pesetas).

El Banco Mundial se muestra en esta ocasión algo más optimista que su institución gemela, el Fondo Monetario Internacional (FMI), al señalar que la economía mundial registró claros signos de mejoría durante el pasado ejercicio y que el crecimiento económico será superior este año gracias al empuje de los países en vías de desarrollo. El informe de este organismo -que celebra esta semana su asamblea anual en Washington- destaca el buen comportamiento de los Estados del Extremo Oriente, Asia meridional y Oriente Próximo, que contrastan con la debilidad de la antigua URSS y el resto de los países en tránsito hacia una economía de mercado.El análisis del Banco Mundial indica que los países en vías de desarrollo del Extremo Oriente y el Pacífico -entre los que figuran China, Corea, Indonesia, Malaisia, Filipinas y Tailandia, entre otros- lograron un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 8,9% en 1992. Ello supone tres años de fuerte crecimiento, que continuará en 1993. El auge económico de esta zona, en la que viven más de 1.600 millones de personas, ha elevado su renta per cápita en más del 20% en los últimos cuatro años. Aun así, tan sólo Corea supera la cota de los 6.000 dólares de renta per cápita, mientras que China, con más de 1. 100 millones de habitantes, apenas la sitúa en 370 dólares.

Le siguen en importancia los países de Asia meridional -India, Afganistán, Bangladesh, Bután, Nepal, Pakistán y Sri Lanka-, que alcanzaron un crecimiento del 4,8% en 1992, después de ver aumentar su PIB tan sólo un 1,8%. A pesar de estos crecimientos, la situación de estos siete países sigue siendo de pobreza y requiere, a juicio del Banco Mundial, fuertes esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de sus 1. 100 millones de habitantes.

Del resto de las áreas analizadas por el Banco Mundial, Iberoamérica ofrece situaciones muy desiguales entre sus países, aunque en promedio ha registrado en 1992 un menor crecimiento que el año precedente (2,3%, frente al 3,3% de 1991). Esto se debe, en parte, a la mala situación de Brasil, que acusó una caída del PIB del 1% mientras la media fue del 4,5%.

Las situaciones más dramáticas, y que requieren mayores apoyos, son las de los países de la Europa del Este y de la antigua Unión Soviética, así como los del África subsahariana, en donde la pobreza sigue haciendo estragos. El PIB de Rusia cayó del PIB del 20% en 1992 y que volverá a caer este año.

Respecto a la situación de la deuda externa de todos estos países, el Banco Mundial señala que ha seguido creciendo en 1992 en términos absolutos hasta situarse en 1,36 billones de dólares, y que superará los 1,4 billones de dólares al concluir este año.