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Guerra admite ante el 'grupo de Las Navas' que la pluralidad no está reconocida en el PSOE

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, manifestó al grupo de Las Navas que estaba dispuesto a hacer un esfuerzo de síntesis dentro del partido y aceptó que la pluralidad no había sido reconocida internamente. El número dos del PSOE estuvo distendido y bromista durante las cuatro horas que duró el encuentro que mantuvo con una representación de este grupo, de composición heterogénea, en la sede de la calle Ferraz el viernes. Los miembros del grupo eludieron "por delicadeza", según calificó uno de ellos, preguntar abiertamente a Alfonso Guerra por sus relaciones con Felipe González.

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Alfonso Guerra se presentó ante el grupo abierto a las tesis de pluralidad que le transmitieron y a mantener una posición de síntesis en el debate interno. En un tono conciliador, atribuyó a malinterpretaciones de sus palabras el último conflicto Interno del PSOE. Concretamente, su crítica al Gobierno por ceder al "chantaje nacionalista", que originó el último gran revuelo, fue malinterpretada, según los miembros del grupo. El número dos del PSOE, como ya dijo en su intervención de Sevilla, se limitó a repetir lo mismo que Felipe González había dicho en Portugal. Los reunidos manifestaron su preocupación por la intermediación de los medios de comunicación en el debate interno del PSOE y coincidieron en que éste se canalizara de puertas adentro.Abrió la reunión su convocante, Paulino Barrabés, y luego tomaron la palabra el resto de los asistentes -Nicolás Redondo Terreros, Jesús Quijano, Manuel Chaves, Carmen García Bloise y los hermanos Martínez Cobos- Guerra interrumpía a ratos y expresaba animadamente sus opiniones. La ausencia de cinco miembros representativos del grupo, precisamente alineados en el ala renovadora -como los ministros Javier Solana y Jerónimo Saavedra; el presidente valenciano Joan Lerma; el primer secretario del PSC, Raimon Obiols, y el diputado Luis Yáñez- restó viveza a la reunión. Su ausencia, al margen de los compromisos institucionales con que justificaron su inasistencia, fue interpretada en los medios socialistas como un intento de facilitar a Guerra que se expresara con más libertad.

González-Guerra

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Los asistentes a la sesión de ayer evitaron preguntar a Alfonso Guerra cuestiones muy concretas, como sus relaciones con Felipe González e incluso su opinión sobre el voto individual para elegir a los cargos dirigentes o la creación de un órgano intermedio entre la comisión ejecutiva y el comité federal, que defienden algunos de los integrantes del grupo, como Jesús Quijano, asistente a la reunión. Guerra es reacio a este organismo. Ha manifestado recientemente su oposición, aun cuando se quede en minoría, a que un órgano de representación territorial dentro del partido derive hacia una federación de partidos socialistas.

Una de las cuestiones que suscitó más interés de la reunión fue el debate sobre la pluralidad interna del PSOE. Los asistentes coindieron en señalar que el PSOE es un partido cuya pluralidad no ha sido reconocida. "Hay que admitir la pluralidad y tratar de funcionar en la dirección del partido por la vía del acuerdo y la síntesis, y no recurrir a los vetos y a los votos", fueron algunas de las expresiones de los asistentes. La referencia fue clara a los acontecimientos del pasado mes de junio, cuando Guerra forzó la votación en la dirección del partido ante la propuesta de Felipe González de elegir a Carlos Solchaga como presidente del Grupo Parlamentario Socialista.

Guerra asumió en sus intervenciones la necesidad de alcanzar la mayor síntesis posible dentro de un debate libre y amplio en el PSOE al que puso como límites el insulto y la indisciplina. Otro capítulo importante de la reunión fue el debate sobre el modelo ideológico del PSOE. Guerra manifestó, en línea con los miembros del grupo de Las Navas, que las señas de identidad de un partido socialista respecto a la derecha está "en su preocupación por abrirse a la sociedad".

Ronda de reuniones

Los integrantes del grupo de Las Navas van a tener un nuevo encuentro muy pronto para sintetizar su ronda de reuniones con los números uno, dos y tres del PSOE a lo largo de los últimos 15 días. Su convocante, Paulino Barrabés, insiste en el papel limitado del grupo como plataforma de encuentro, sin más pretensiones. Los miembros del grupo se encuentran un tanto abrumados por el protagonismo que han adquirido al celebrarse las reuniones con los principales espadas del PSOE en uno de los momentos explosivos del partido.

Sin embargo, Felipe González dio el pasado martes un importante espaldarazo al grupo al elogiar el tipo de debates que se realizaban en su seno y augurar que sus integrantes podían realizar importantes aportaciones al próximo congreso del PSOE.

Ayer, el presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, José Bono, manifestó que el grupo de Las Navas "hace bien en ir a Ferraz y exponer su opinión a Alfonso Guerra, pues no es hora de subordinarse ni de entender la disciplina como una mera reiteración de consignas". "Ahora corren tiempos de libertad, de entendimiento, basándonos en el acuerdo", añadió.

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