Bertín Osborne,

más famoso por sus contenciosos con la autoridad que por sus éxitos musicales, acaba de pasar a engrosar la lista de morosos con Hacienda, en la que le acompañan, por cierto, ilustres intelectuales como Agustín García Calvo. Pero en esta ocasión la cosa parece más grave, ya que es el propio ministerio fiscal el que ha presentado denuncia contra el cantante por impago de casi 30 millones de pesetas correspondientes al impuesto de sociedades y por falsedad en documento público. Claro está que la culpabilidad de Osborne es, en este caso, interpuesta, ya que lo que la Agencia Estatal Tributaria ha descubierto es que Whitehall Services, SA, una sociedad instrumental utilizada para cobrar las actuaciones artísticas de Osborne, no había liquidado el impuesto los años 1987 a 1989, en los que el cantante se embolsó más de 83 millones de pesetas. La fiscalía ha solicitado al juzgado que llame a declarar, además de a Bertín Osborne, al abogado José Luis Sanz Arribas, defensor del traficante internacional de armas Monzer al Kassar, y a los notarios de Madrid Gonzalo Franco Vázquez y Leopoldo Stampa Sánchez. La investigación de Hacienda se remonta a febrero pasado, pero la notificación del posible delito cometido por la sociedad, de cuyas acciones es propietario Osborne, se produjo en junio.-