Esperanzas y hechos

Considerando la pertinaz inflación, que desde hace meses se mantiene por encima de un preocupante 4%, no hubiera sido incomprensible que el Bundesbank también hubiera mantenido su cautela; tanto más si se tiene en cuenta que el aumento excesivo de la masa monetaria ( ... ) parece fuera de control, tanto antes de bajar los tipos de interés como ahora. Además, han aparecido los primeros síntomas de mejoría de la coyuntura. Por tanto, tampoco era urgente una política monetaria incentivadora. Sin embargo, los responsables del Bundesbank han bajado medio punto los dos tipos de interés rectores. Con esto hacen honor a las esperanzas, pero no a los hechos. Creen que el aumento de la masa monetaria "posiblemente" se reduzca, y que se perfila un decrecimiento paulatino de la inflación. El observador externo no puede apreciar ninguna de ambas cosas por los datos publicados. Más sólido parece el argumento de que el marco alemán se ha reforzado recientemente, y que incluso se ha apreciado de forma clara frente al dólar. Esto será doloroso para la exportación, pero así se importa estabilidad. De hecho, lo que logra de ese modo el Bundesbank es un margen de acción que necesita para normalizar la estructura de los tipos de interés, pues aún sigue siendo demasiado caro el dinero a corto plazo respecto al capital a largo plazo: este último es ya tan barato que no se puede justificar la falta de inversión con el argumento de los tipos. ( ... ) 10 de septiembre