Los sindicatos aceptan negociar un pacto de moderación salarial por tres años

El Gobierno obtuvo ayer un primer compromiso de los sindicatos. Los máximos dirigentes de UGT y CC OO aceptaron negociar un pacto de moderación salarial para los próximos tres años, en el que su punto de partida es mantener el poder adquisitivo. El Ejecutivo, las centrales y la patronal lograron en su reunión de ayer dar un mayor sosiego a la negociación y establecer un calendario. El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, aseguró antes del encuentro que la crítica de "conservadurismo ideológico" lanzada por Felipe González contra los sindicatos "ha sido mal interpretada". "No espero, por tanto, que sea un obstáculo para el pacto social", añadió.

Los agentes sociales y el Gobierno han acordado mantener un diálogo permanente y se han comprometido a continuar la negociación, con inependencia de que se logren acuerdos o desacuerdos en la serie de temas abordados. El pacto de rentas cuenta con un primer empujón tras la disposición mostrada por los dirigentes sindicales de aceptar por tres años la moderación salarial, si bien su punto de partida es el mantenimiento del poder adquisitivo.Ayer, en una reunión de apenas dos horas, los interlocutores sociales cerraron el calendario, que se iniciará por los temas urgentes directamente relacionados con los presupuestos generales de 1994, que han de presentarse en el Congreso de los Diputados el próximo 30 de septiembre. El próximo lunes abordarán ya la revisión de las pensiones para 1994, la inversión pública, la previsión de inflación y la protección del desempleo. El martes se reunirá la mesa de la función pública para tratar, sin la presencia de CEOE, los salarios de los funcionarios. Con menor urgencia se pondrá en la mesa el pacto de rentas y el mercado laboral. La reforma de las futuras pensiones queda aparcada, aunque el Gobierno quiere, con más sosiego, hacer una reflexión conjunta con sindicatos y empresarios sobre la estabilidad de ese sistema público.

La negociación ha salido del impasse y así lo subrayaron los ministros de Economía, Pedro Solbes; de Trabajo, José Antonio Griñán; el presidente de CEOE, José María Cuevas; y los líderes sindicales, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez. Solbes, quien inició su intervención afirmando que para el Gobierno el pacto social es "de la mayor importancia", dijo que el acuerdo "es claramente posible, aunque no fácil porque tenemos posiciones distantes, pero todos estamos haciendo esfuezos para conseguirlo".

Fecha tope

Griñán valoró positivamente que en el documento que ayer llevaron los sindicatos a la mesa se hable de moderación salarial. La intención del Gobierno es que el pacto de rentas se cierre a fin de año para que esté listo antes del inicio de la negociación colectiva de 1994.

Las centrales han precisado sus peticiones en un amplio documento, hecho público antes de la reunión, y en el que figuran sus "posiciones de partida", según reconocieron en privado los dirigentes sindicales. UGT y CC OO creen que ahora puede empezar la auténtica negociación en base a sus propias propuestas, las del Gobierno y las de la patronal CEOE, que consideran también un punto de partida. Los sindicalistas acogieron ayer con alivio la nueva estrategia de diálogo aprobada por el Ejecutivo, consistente en aparcar los temas mas espinosos.

La oferta salarial de las centrales es esta: "La no pérdida de poder adquisitivo y la no absorción total de los aumentos de productividad", contraoferta que ahora se debe encajar con la propuesta del Gobierno, consistente en una pérdida de cinco puntos en el poder de compra entre 1994 y 1996. José María Zufiaur, dirigente de UGT, subrayaba ayer que supone "un planteamiento muy serio y un cambio sustancial respecto a los últimos años que hemos negociado dos puntos por encima de la inflación".

Su objetivo ahora es lograr subidas basadas en una previsión de inflación "creíble", con cláusula de garantía y destinar los aumentos de productividad a crear empleo a través de mecanismos legales (fondos de inversión) o convencionales (pactos de empresa o sector).

Para el próximo trienio, los sindicatos defienden un crecimiento económico no inflacionista, apoyado en el aumento de la demanda y aseguran que su batería de medidas están todas dirigidas a empezar a crear puestos de trabajo en 1994. Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo subrayaron que el principal problema es el desempleo y por eso quieren negociar un auténtico acuerdo por el empleo. Para los funcionarios pide un tratamiento "similar" al del sector privado y la recuperación de la cláusula de garantía pactada en 1991.