La ejecutiva socialista respalda la política de pactos

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Felipe González, reconoció ayer ante la comisión ejecutiva de su partido la dificultad de gobernar el país tras perder la mayoría absoluta y la complicación de la negociación con los nacionalistas catalanes y vascos para conseguirla. El jefe del Ejecutivo también admitió la dificultad para alcanzar el pacto social por la gravedad de la crisis económica y los sacrificios que acarreará un acuerdode esas características. Felipe González insistió, no obstante, en que apurará hasta el fondo las posibilidades negociadoras, tanto con los partidos como con los sindicatos, y consiguió el respaldo de su comisión ejecutiva en esta tarea. El lídersocialista propuso a su ejecutiva convocar el congreso del PSOE para mediados de febrero o marzo, y delegó en el secretario de organización del partido, Txiki Benegas, la elaboración de un calendario para llevarlo a cabo.

Felipe González protagonizó la primera sesión de la comisión ejecutiva del PSOE celebrada tras las vacaciones veraniegas. El jefe del Gobierno ofreció a la dirección de su partido un análisis de la situación política, cuya complicación reconoció por la pérdida de la mayoría absoluta, pero insistió en la necesidad de apurar hasta el final las posibilidades negociadoras con nacionalistas vascos y catalanes para conseguir la gobernabilidad del país. Una cuestión ésta en la que hizo especial hincapié durante su larga intervención.El presidente del Ejecutivo apuntó que la estrategia de "negociar hasta el final" con los nacionalistas permitiría que la opinión pública tuviera claro que, si se producían obstáculos a la gobernabilidad del país, los responsables no serían los socialistas. En este sentido, se pronunció por una actitud flexible ante la negociación.

No eludió, de todos modos, la complicación adicional que supone la negociación con los nacionalistas catalanes al confundirse, ante la opinión pública, los acuerdos parlamentarios entre partidos con los acuerdos institucionales, por el fuerte protagonismo que el presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, tiene en su partido, Convèrgencia i Unió (CiU). González sugirió que esta confusión despierta recelos en algunas comunidades autónomas y en la opinión pública en general.

El pacto social fue el segundo bloque de la intervención de Felipe González ante la dirección de su partido. Reconoció la dificultad de alcanzar el pacto amplio con patronal y sindicatos que propone el Gobierno, pero insistió en que el Ejecutivo seguirá trabajando en esa dirección.

Retomó su discurso del pasado fin de semana en Portugal, al situar como una prioridad de su Gobierno la creación de empleo y la viabilidad del Estado del bienestar social a cambio de sacrificios en las rentas salariales. González insistió en que el actual lema de la socialdemocracia es "empleo, competitividad y solidaridad".

Congreso socialista

Su planteamiento contó con el respaldo de la comisión ejecutiva, aunque su vicesecretario general, Alfonso Guerra, y sus hombres más cercanos (Txiki Benegas, Abel Caballero ... ) no hicieron uso de la palabra durante la reunión, excepto al final para asuntos relacionados con el próximo congreso del PSOE.

También contó Felipe González con el apoyo de la comisión ejecutiva a la fórmula que el Gobierno maneja para ceder la gestión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas. Este apartado, en el que también intervino el ministro para las Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra, originó reproches por parte de algunos miembros de la ejecutiva, que manifestaron no entender el porqué de tan dilatada polémica para llegar finalmente a un acuerdo.

El secretario general del PSOE admitió el reproche por haber esperado demasiado tiempo y no haber abordado a fondo el problema antes de la celebración de las elecciones legislativas del 6 de junio. De todos modos, los dirigentes socialistas que intervinieron sobre esta cuestión se felicitaron por la unanimidad alcanzada dentro del PSOE ante un tema que González dio por zanjado.

La celebración del congreso socialista ocupó el apartado final de la reunión, que duró unas tres horas. Felipe González propuso que la fecha de celebración del congreso se situara entre mediados de febrero y marzo, y encargó al secretario de organización del partido, Txiki Benegas, que elaborase el calendario para el decisivo congreso.

El Comité Federal del PSOE, máximo órgano del partido y responsable de la convocatoria, se reunirá en octubre, una vez celebradas las elecciones autonómicas gallegas.

Por su parte, el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga, propuso a Jesús Caldera como secretario general del grupo parlamentario en sustitución del dimitido José María Mohedano. La propuesta de Caldera, un hombre próximo a Solchaga, no ofreció ninguna resistencia entre los dirigentes socialistas.