76 muertos y 900 heridos en la fiesta
Los altos índices de violencia registrados el domingo, como consecuencia del consumo de aguardiente y ron con que se celebró el contundente marcador que colocó a Colombia entre los grandes del fútbol mundial, mermaron con el transcurrir de las horas y ante los insistentes llamamientos a la cordura que hicieron las autoridades.Según fuentes oficiales el balance definitivo de muertos es de 76 en toda la nación, 42 de ellos en Bogotá. Las mismas informaciones señalaron que el número de heridos ascendía a 900, 700 de ellos en la capital colombiana, aunque esta cifra es más dificil de precisar. Miguel Ramírez, director del hospital de Kennedy, que cubre el 30% de los casos de urgencia en el suroeste de la ciudad, con una población de dos millones de personas, dijo que el lunes no se presentaron heridos ni casos de intoxicación, en contraste con el domingo, "cuando atendimos 150 consultas, 67 heridos, el 80% en estado de embriaguez, y siete muertos".
El médico Iván Matís, jefe de urgencias del hospital Simón Bolívar, en el noreste de la capital, el segundo en capacidad en atención de emergencias, dijo: "el lunes fue tranquilo. Apenas atendimos 13 contusos, pero sólo uno de ellos grave".
El trágico balance de dos días de celebración señala entre 35 y 40 el número de muertos y unos 1.500 heridos, sólo en Bogotá, como "resultado de que no sabemos expresar nuestra alegría", comentó Matís.
El recibimiento de la selección en la capital colombiana fue ya mucho más tranquilo, aunque abundaron desmayos por el calor y la emoción que se vivió en la ciudad. La Cruz Roja incluso debió atender a uno de los goleadores, Faustino Asprilla, la estrella que juega en el Parma italiano, que se desvaneció durante unos instantes.
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