Exaltación nacionalista en el entierro de Horthy, el antiguo regente húngaro
En una ceremonia semioficial y con tonos marcadamente nacionalistas fue inhumado ayer Miklós Horthy, el regente autoritario e irredentista húngaro, en Kenderes, ciudad al este de Hungría. El segundo entierro de Horthy, que murió exiliado en Portugal en 1957, ha dividido al país y provocado protestas oficiales de los países vecinos.
La ceremonia fue transmitida en directo por la televisión estatal. Asistieron 50.000 personas, entre ellas seis ministros. Horthy, que fue jefe de Estado entre 1920 y 1944 y se unió a la Alemania nazi, es el máximo símbolo del nacionalismo húngaro que quiere recuperar los territorios perdidos por el tratado de Trianon de 1920: parte de Eslovaquia, de Rumania y de Serbia.
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